¿Llegarán turistas a Barahona y Montecristi?

¿Llegarán turistas a Barahona y Montecristi?

POR ROBERTO B. SALADIN SELIN
El título del presente artículo abre la interrogante de si a las regiones suroeste que tiene Barahona como eje del IV polo turístico y la región noroeste que a su vez, tiene a Montecristi como punto focal de esa zona, ahora que se rumora una derogación de la Ley No. 158-01 (9/10/01), con la eventual desaparición de los incentivos fiscales que podrían atraer a inversionistas extranjeros y nacionales hacia esos potenciales polos turísticos, permitirá alguna vez que los turistas lleguen a Barahona como a Montecristi, generándose los empleos y divisas, a que esas regiones tienen legítimo derecho, en pié de igualdad con otras zonas del país.

Ahora que mediante un gran esfuerzo, el sector privado de Barahona, teniendo como objetivo el desarrollo económico de esa provincia y el suroeste, han creado el «Patronato» para su desarrollo y el «Cluster» turístico de la misma, como Aprotusur, agrupando a 29 dueños de terrenos, que desean levantar hoteles, recibiéndose el apoyo de la AID y CEMEX, para cooperar con esas iniciativas, como de numerosas personalidades de la región y teniendo la misma, una infraestructura, como es el caso del aeropuerto internacional María Montes, infraestructura que no tenían en sus inicios otras provincias, que hoy son polos turísticos exitosos.  Ahora, después que se están atrayendo inversionistas potenciales, surge el fantasma de la desaparición de los incentivos fiscales, de la Ley No. 158-01, cuando, ni Barahona, ni Montecristi, tienen, aún con sus bellezas y recursos naturales, además de su gran potencial, el desarrollo turístico que merecen.

Existe un consenso, en cuanto a que el potencial turístico de la República Dominicana, está aún lejos de ser alcanzado, pudiéndose proyectar el crecimiento del inventario de sus habitaciones hoteleras, en las 100,000 habitaciones hacia el 2015.  Esto así, siempre y cuando, se desarrolle una política de Estado para el sector turismo, apoyada en un programa acelerado de formación de capital humano.  Procurar, que el sector, sea dirigido por técnicos, como pilar número uno de la economía nacional, por sus eslabonamientos con otros importantes sectores de la misma y que permitan abatir y reducir, los elevados niveles de desempleo que aún prevalecen en el país.

Parecería que ya se olvidó, que si bien, el Estado con la Ley No. 153, de Incentivo y Protección al Turismo, creó el marco de desarrollo de este sector, mediante los incentivos fiscales de lugar, en la década de los 70 y derogada en 1992, logrando que el sector privado nacional y extranjero respondiera a esos esquemas y al reto que le planteó el Estado, permitiendo al país, por tanto, alcanzar las 54,000 habitaciones hoteleras.   Pero ahora, cuando aún otras regiones y polos turísticos, no han «despegado», se les quiere privar del atractivo de esos incentivos fiscales, como es el caso de Barahona (suroeste) y Montecristi (noroeste).  La ley No. 158-01, debe ser preservada para estas regiones.

Debería la República Dominicana, seguir teniendo un desarrollo económico geográfico desequilibrado, donde el suroeste y el noroeste, no participen aún de las bonanzas del desarrollo turístico del país, emigrando la juventud de esas provincias, por la falta de empleos, quedándose, como es el caso de la provincia fronteriza de Pedernales, casi deshabitada?

En el caso de Barahona, como IV polo turístico, esta provincia tiene la infraestructura.  Tiene su aeropuerto internacional, pero necesita la masa crítica de 1,000 habitaciones hoteleras de primera, para que el aeropuerto internacional María Montes, pueda hacerse operacional, con dos jumbos jets semanales y AERODOM, por contrato con el Estado, está comprometido a apoyar ese despegue.

Pero, la interrogante queda abierta.  Dejarán a los turistas llegar a Barahona y a Montecristi, los que auspician la derogación de la Ley No. 158-01?

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