¿Llegaría el hombre a la luna?

¿Llegaría el hombre a la luna?

¡Así como lo leen! En pleno siglo XXI los científicos de la NASA y los rusos nos estarían engañando. El comandante Neil Armstrong, el primero que pisara suelo lunar el domingo 20 de julio del 1969 y Edwin Aldrin el segundo, son unos engañadores junto al equipo estadounidense.

Hay la información de acuerdo a encuestas, de que un gran porcentaje de norteamericanos no creen que el hombre ha llegado a la Luna. Ponen en duda las fotos y los filmes que confirman el gran paso dado por el hombre en el siglo pasado, argumentando que las sombras de los astronautas en las fotos no corresponden y que fue una película de ciencia ficción que nos dieron a conocer, etc. etc. ¡Vamos….! ¡Que no puede ser!

A mi humilde entender, sin dármela de sabelotodo, creo que tengo una respuesta que lo explica.

Como la gran mayoría de norteamericanos en materia religiosa es nominalmente «protestante», prevaleciendo los bautistas (llegaron primeros) seguidos por metodistas; luteranos; presbiterianos; episcopales; pentecostales; Iglesias de Cristo; Cristianas; Adventistas del Séptimo Día; Ejército de Salvación; Mormones; Testigos de Jehová y muchas nuevas que surgen como de la Nueva Era, hasta los que esperan en los Ovnis como nuevos Mesías, todas con profundas divergencias, sustentadas y aferradas única y solamente en la Palabra de Dios, Sagradas Escrituras o Biblia, con novedosas maneras de entenderla, basado en la doctrina protestante de la libre interpretación al modo y manera de cada cual, sacando pasajes fuera de contexto y tratando de explicarlos al pie de la letra (fundamentalistas). «Cada protestante es en potencia Fundador y Sumo Pontífice de su propia iglesia». La mayoría no admite y niega la «tradición oral». El escritor protestante Credner, confiesa que ellos han edificado una nueva iglesia basada en la Biblia, primero sin entender, luego sin querer entender, que las mismas escrituras están fundamentadas en la tradición oral. Hay muchos escritos del primer y segundo siglo llamados Evangelios Apócrifos, incluyendo una supuesta carta atribuida al mismo Jesús, contestándole al rey Abgaro por medio del correo de Ananías. El recopilador de los 27 documentos del Nuevo Testamento, fue San Atanacio en el 367 d.C. y definidos con toda la autoridad que el mismo Jesús le confiriera a la Iglesia Católica, Apostólica y Universal.

Los hermanos separados llamados cristianos, piensan y deducen, que si no lo dice o sugiere la Santa Biblia, no puede ser verdad porque estaría en contra de sus principios y quebrantarían su fe. ¿El hombre salirse de sus confines y llegar a otros mundos? ¡Imposible! Pensar siquiera que haya vida en otros mundos, mucho menos. No lo contempla la Palabra de Dios.

Muchos Cristianos Católicos como el que suscribe, siempre hemos creído que debe de haber vida en otros mundos, no necesariamente igual a la de nosotros y que desde la antigüedad somos visitados por seres vivientes que hemos llamado extraterrestres.

Esto lo consideramos como otro de los tantos misterios que nuestra mente no alcanza a comprender.

Negar que puede existir la vida en otros confines del universo, es parecido a cuando se creía que nuestro planeta Tierra era el centro del cosmos. Dios es el arquitecto del universo infinito y de todo lo creado. Sería el desperdicio de Dios más grande, si en el cosmos solamente estaríamos nosotros. (Carl Sagan).

«La ciencia sin la religión, es renca. La religión sin la ciencia, es ciega.»

«Dos cosas son infinitas. El universo y la estupidez humana (y no estoy seguro sobre el universo). Albert Einstein.

Cristiano quiere decir, vivir y aceptar auténticamente las enseñanzas y doctrinas de Cristo, y nosotros los Cristianos Católicos, la interpretación de la Palabra está supeditada a los exégetas de nuestras autoridades, encabezada por el sucesor de San Pedro, designado por el mismo Jesús. El término cristiano fue aplicado a los discípulos de Jesús en Antioquía por el año 43 d.C. y para considerarse verdadero cristiano, es necesario creer que Jesucristo es Dios hecho hombre llamado el Hijo del Padre (Juan 1:4). En el Primer Concilio Ecuménico de Nicea (325 d.C.) quedó rechazado el error de Arrio (herejía arriana) de que el Hijo de Dios era de naturaleza distinta y que éste salió de la nada. Hay sectas como los llamados Testigos de Jehová y Mormones que se llaman cristianos, que siguen esta doctrina equivocada. Niegan la Santísima Trinidad por increíble y más aún, la Divinidad de Jesucristo, y agregan que «Miguel es realmente Jesús». ¡Cuántas arbitrariedades, propia de la ignorancia! Existen los llamados «misterios» que son verdades que el entendimiento humano no llega a comprender. Los misterios trascienden la razón humana.

San Agustín, Padre de la Iglesia, quiso descifrar el misterio de la Santísima Trinidad con las fuerzas de la razón y un día paseando por una playa, se encontró con un niño que con una concha recogía el agua del mar y la vertía en un hoyo que había hecho en la arena. ¿Qué haces? le dice Agustín: ¿Vas a verter toda el agua del mar ahí? El niño que era un ángel le contestó: «Más fácil es que yo meta toda el agua del mar en este hoyo que meter tú a Dios y a la Santísima Trinidad, en tu inteligencia de hombre».

¡Católico ignorante, seguro protestante!

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