Llegó el frío, llegan las enfermedades

Llegó el frío, llegan las enfermedades

La llegada del frío trae consigo una serie de enfermedades respiratorias, que si no son tratadas a tiempo, pueden repercutir el  año completo.  La mayoría de las enfermedades respiratorias comunes del invierno son producidas por virus, es por eso que personas absolutamente sanas, padecen estas enfermedades repetidamente. Pero, en este caso, quienes la sufren, principalmente, son los niños menores de cinco años, que pueden padecer entre tres y cinco episodios de enfermedad por año. 

Expertos aseguran que estas enfermedades están presentes durante todo el  año, pero con el frío logran activarse.

Dentro de las enfermedades más comunes en este tiempo se destacan:

El resfriado común.  Es una inflamación superficial de las fosas nasales causada fundamentalmente por virus; otras veces es de causa alérgica y en menos de 10% de los casos son producidos por bacterias. Los enfriamientos favorecen la infección viral y la aparición de los síntomas. Se contagia con gran facilidad. Los niños sufren más resfriados que los adultos y sus síntomas pueden ser más molestos, pues generalmente la infección se extiende más en las vías respiratorias. No hay vacuna eficaz por la gran cantidad de virus involucrados.

Gripe.  Es una infección de las vías respiratorias causada por los virus de la gripe. Se contagia muy fácilmente de persona a persona al hablar, toser o estornudar. El resfriado común y la gripe comparten muchos síntomas, ambos son causados por virus, pero la gripe comienza bruscamente y el paciente se sentirá cada vez más enfermo. 

Los síntomas son más intensos (fiebre más alta, dolores, etc.), escalofríos y podrá fatigarse. La tos seca y la fatiga pueden durar dos a tres semanas. 

En los adultos la fiebre puede persistir entre uno y cinco días, pero en niños puede prolongarse más. La mayoría de los pacientes no necesitan tratamiento ni medicamentos especiales ya que la gripe cura espontáneamente.

Neumonía: es una inflamación del pulmón, causada generalmente por una infección. Tres causas comunes son bacterias, virus y hongos. También puede contagiarse con neumonía por la inhalación accidental de un líquido o una sustancia química. Las personas con mayor riesgo son las mayores de 65 años o menores de 2 años, o aquellas personas que tienen otros problemas con la salud.

Bronquitis.  Cualquier virus respiratorio puede provocar esta afección. La bronquitis ocurre cuando los bronquios se inflaman y producen mucha mucosidad. Es generalmente causada por una infección viral y menos frecuentemente por bacterias. El hábito de fumar y la alergia, favorecen su aparición. 

Amigdalitis.  Amigdalitis estreptocócica o “llagas de garganta” es una infección de la garganta y amígdalas causada por una bacteria llamada estreptococo. Es más común en niños de cinco a 13 años. Debe ser diagnosticada y tratada correctamente para evitar complicaciones como la fiebre. Si se trata correctamente, la infección se cura en 10 días, pero la mayoría de los pacientes mejoran  luego de dos o tres días de iniciado el tratamiento a base de antibiótico.

Sinusitis.   La sinusitis es la inflamación de unas cavidades que rodean la nariz y ojos; cuando dichas cavidades se infectan, se bloquean y se llenan de líquido. La sinusitis muchas veces aparece luego de un resfriado común.

Recomendaciones

Abríguese bien al salir de casa, especialmente en las mañanas y las noches. A los niños, se aconseja ponerles gorros que cubran sus cabecitas y medias para cubrirles los pies, pues estos constituyen una de las principales vías de contagio.

Lavarse las manos con frecuencia es la medida preventiva más fácil y eficaz, pero tal vez llegue a ser la menos valorada por la gente. Después de ir de compras, en el trabajo o tras haber estado en lugares públicos, lavarse las manos es imprescindible para evitar el contagio.

Si ya se presentan los síntomas típicos del resfrío o la gripe es mejor evitar el contacto directo con los demás para evitar el contagio. Esto se aplica también a los utensilios de uso frecuente (vasos, cubiertos, etc.) los cuales no deberán compartirse mientras dure la enfermedad.

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