Este miércoles es la hora cero en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), cuando alrededor de 3 mil profesores, estudiantes y empleados ejerzan su voto para escoger a las nuevas autoridades académicas de la institución y de esa forma la misma transite por nuevos y renovados cambios, donde prime el espíritu que está contenido en su Estatuto Orgánico.

Los maestros, que votarán masivamente, deberán escoger no la continuidad de la gestiones tradicionales y puramente clientelares y populistas, que están promoviendo cosas alejadas de lo que es realmente una academia, cuyo fin fundamental es generar conocimientos a través de la investigación y la impartición de docencia.

La familia universitaria está consciente de que hay que ir dando señales de cambios del modelo tipo “Ayuntamiento”, que ha prevalecido en la academia estatal, lo que le ha inferido mucho daño a esta institución que es la primera del llamado “Nuevo Mundo”.

Todo parece indicar que ante este agotamiento, los uasdianos con un aluvión de voluntades, producirán un cambio significativo hasta cierto punto radical, con los votos que llenarán las urnas en las elecciones que están programadas para iniciarse este miércoles a las 8:00 de la mañana y concluir a las 8:00 de la noche.

Es toda la República Dominicana la que demanda que la UASD sea impactada por fuertes oleajes y sismos que transformen los ejes de la Docencia, la Investigación, el Postgrado, la Extensión y Vinculación, así como en la esfera de la Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC), creando de esta forma la llamada universidad de segundo nivel u Online.

Todo lo que se prevé es que la casa de altos estudios sufrirá un «sacudión» del bueno y tendrá una cara nueva, pero firme y que pondrá la casa en orden, porque ya la plataforma universitaria desea hacer un alto en el camino y encauzarse por la misión, la visión y los valores que les sirven de portaestandarte a esa mujer llamada “Madre Nutricia”, “UASD”, “Alma Mater”, “La Autónoma”, “La Primada” y que será “La Primera” y “Moderna”.