Llegó la hora de Danilo, ¡ahora es!

Llegó la hora de Danilo, ¡ahora es!

POR ANTONIO PEÑA MIRABAL
El próximo domingo 6 de mayo, los peledeístas acudirán a las urnas para escoger a su candidato presidencial para las elecciones del 16 de mayo del año venidero. Una vez más se presenta la oportunidad para que el PLD siga demostrando a la sociedad dominicana que es un partido diferente a los demás, que aún queda algo de los principios y la mística que el profesor Juan Bosch le impregnó al momento de su fundación. Ha llegado la oportunidad histórica del PLD reencontrarse con el pueblo dominicano, de alentar la esperanza de que no todo está perdido, que aún existen quienes creen en el proyecto de partido idealizado por el profesor Bosch hace ya casi 34 años.

Ante la amenaza que atenta con profundizar el deterioro del sistema de partidos políticos del país, el PLD tiene la responsabilidad de frenar el descrédito por el que estos atraviesan. Esa tarea sólo está en capacidad de ejecutarla quienes abogan por la alternabilidad en el partido morado, ya que los abanderados de la reelección presidencial, en su mayoría, andan por caminos distintos a los que Bosch indicó. Cuando se pretende involucrar en los asuntos internos del PLD a disidentes del PRSC y de otras fuerzas políticas que en el pasado reciente han concertado acuerdos electorales con el partido morado, se está trillando un camino que en nada beneficia al PLD y que por el contrario, le debilita frente a la sociedad y frente a la propia militancia peledeísta.

El PLD tiene la oportunidad este domingo 6 de mayo de escoger como su candidato presidencial a un hombre que es hijo de sus entrañas, que con sus manos lo ha construido y ha sido protagonista de primera línea en todos los triunfos electorales de los últimos años. Danilo Medina es la garantía de la continuidad del PLD en el gobierno más allá del 2008, porque representa la esperanza que no puede ofertar la reelección del presidente Fernández.

Danilo es lo nuevo del PLD para la sociedad, se ha preparado para ser Presidente de la República, para aplicar un nuevo modelo de gobierno que piense más en la gente y menos en los monumentos y grandes obras. Un presidente que no permita que los recursos para salud y educación pública sean desviados hacia megas obras que nadie ha pedido y que no solucionarán los problemas fundamentales del pueblo. Un Presidente con capacidad de sentir las necesidades de los desposeídos, de los que menos pueden, de los que pululan por las calles y campos del país sin saber que será de ellos mañana. Un Presidente que no se olvide del partido que lo llevó al poder, pero mucho menos que no olvide los compromisos de ese partido con las comunidades que hicieron posible su triunfo electoral.

Danilo no se considera mejor ni peor que nadie, ni está subido en nada que le impida tener una idea real de los problemas del país. Conoce el funcionamiento del Estado dominicano como el que más, lo mismo que el gobierno, lo que constituye un aval para una eficiente labor al frente de la cosa pública. El es alcanzable, con él se puede conversar. El no se considera insustituible, porque sabe que el único irremplazable es Dios y nadie más. En él, el pueblo dominicano conocerá al Presidente que promoverá el verdadero desarrollo y progreso, el que está basado en el aprovechamiento de la capacidad de cada dominicano para emprender una labor loable en beneficio de la patria.

Votar por Danilo el próximo domingo es propugnar por la coexistencia de liderazgos complementarios en el PLD, es romper con la idea de pretender crear nuevos mesías en la vida política nacional, es impulsar una nueva clase política con nuevos valores de desarrollo y prosperidad, es dar vida a la esperanza, es fortalecer la institucionalidad partidaria y derrotar el intento personalista de querer sustituir al partido por el hombre.

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