Llegó la hora

Llegó la hora

ANTONIO PEÑA MIRABAL
Con la juramentación de los bufetes directivos del senado de la república y la cámara de diputados, el Partido de la Liberación Dominicana, PLD, inicia una nueva etapa de su historia. Con el control absoluto de ambas cámaras legislativas, el PLD tiene la responsabilidad de emprender las acciones necesarias para realizar las transformaciones por las que ha propugnado en los últimos tiempos.

Durante el pasado proceso electoral, el Dr. Leonel Fernández junto a los principales dirigentes del PLD, pidieron a la población votante que le concedieran la oportunidad de tener un congreso equilibrado. La sociedad dominicana se expresó en las urnas y más que un congreso equilibrado, le otorgó un congreso mayoritariamente morado, como para que no haya excusas en la implementación de los cambios anhelados.

A partir de ahora, no solo el país político estará vigilando el accionar del congreso nacional, sino que la ciudadanía en sentido general, tendrá sus ojos puestos sobre el PLD, sus senadores y diputados. Es la oportunidad histórica que el PLD había reclamado para llevar a la práctica su proyecto de nación. La unidad monolítica que exhibe la cúpula del PLD es fundamental para garantizar que ese congreso actúe como un solo hombre en las metas propuestas. Aunque la correlación de fuerzas que hoy dominan al partido morado será expresada en las decisiones que tome el congreso, porque la misma se trasladará a ambas cámaras, es inteligente que la cúpula peledeísta mantenga la cohesión que hasta ahora ha exhibido, por el bien de la organización y en beneficio del país.

La nueva realidad dominada por la mayoría morada, contribuirá con el mejoramiento de la imagen del congreso, que de acuerdo a la última encuesta Gallup-Hoy, registra niveles de confianza muy precarios. De acuerdo a esta encuesta solo un 25.9% de los entrevistados tienen mucha confianza en el Congreso Nacional, mientras que un 39.3% expresaron tener poca confianza y un 29.3% ninguna confianza. Es cambiando el accionar de diputados y senadores que esos niveles retornarán a lugares satisfactorios, y que harán del Congreso Nacional una institución confiable al servicio de la ciudadanía. Ese es el primer reto que tiene el P.L.D y su política congresual, y de su cumplimiento o no dependerá mucho el futuro político de los líderes que gravitan en ese partido.

Ha de esperarse que como los proyectos de trascendencia que llegan al Congreso Nacional provienen del Poder Ejecutivo, y este se encuentra en las mismas manos políticas, no habrá grandes tropiezos para aprobarlos. Por lo menos eso es lo que la ciudadanía espera y eso será lo que mayormente vigilará. La llegada mayoritaria del PLD al Congreso Nacional garantiza la desaparición, por el momento, del “hombre del maletín”, con lo que ya el pueblo dominicano está ganado, porque desaparece una de las figuras más bochornosas de los predios del poder legislativo, exponente de la corrupción y co-responsable de la corrupción y co-responsable de la desconfianza expresada por la ciudadanía.

Esperamos que ese congreso mayoritario peledeísta propugne por una reforma constitucional integral, sin que el motivo esencial de la misma sea introducir algún elemento que beneficie a los gobernantes de turno, como ocurrió en el pasado reciente. Hay que conformar una Junta Central Electoral que no sea tan dependiente del poder político, hay experiencias positivas pasadas que indican que ello se puede. La cámara de cuentas debe ser un órgano que juegue un papel más destacado en pro de la transparencia del uso de los recursos públicos, y no un instrumento al servicio del partido de turno. La ley de partidos políticos hay que estudiarla profundamente, para de una vez y por todas erradicar del accionar político partidario el dañino clientelismo que lo corrompe todo.

En fin, el PLD tiene en sus manos la oportunidad histórica de hacer los cambios profundos que ameritan gran parte de nuestras instituciones públicas, con lo que se logrará su fortalecimiento y por ende el del estado dominicano que bien vapuleado ha sido desde su nacimiento. Llegó la hora del PLD demostrarle al pueblo dominicano que es una organización política con alto sentimiento patriótico.

¡Adelante pues, a no defraudar al pueblo y a cumplir con el deber contraído!

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