SANTIAGO. ¿Pelotero o religioso? ¿A  cuál Manny veremos  en la pelota dominicana? La  pregunta  la hizo el  periodista radial Héctor Cepín  en la rueda de prensa ofrecida por Manny Ramírez ayer tarde en el salón de conferencias de las Águilas Cibaeñas.

Sonriente,  sereno, con la mirada firme y la voz  directa Manny contestó  que “el pueblo dominicano recibirá un poco de ambas cosas en esta presencia mía con las Águilas Cibaeñas, equipo al que vengo a integrarme de manera efectiva”.

Ramírez fue abordado por una abrumadora batería de periodistas  a los que mantuvo a raya con las frases “Gracias al Señor”, “el Señor es el que sabe”, y con respuestas cortas sobre béisbol.

Manny se presentó como un hombre nuevo, que ha sido capaz de dejar atrás sus errores y que mira con esperanza el futuro.

El jugador arribó la noche del lunes y de inmediato comenzó ayer su preparación para “ver lanzadores temprano”  y entrar en acción la venidera semana.

“Estuve trabajando con Miguel Tejeda en Miami, pero allá solo bateé en la jaula, necesito tener de frente a pitchers antes de  salir a juego, eso espero hacerlo  rápido y comenzar”.

Sobre sus metas afirmó que se enfocará en trabajar fuerte y rendirle a las Águilas, si es posible la temporada completa hasta  ayudarle a ser campeón, si  así el Señor lo desea.

Manny piensa jugar donde las Águilas lo necesiten, si lo quieren en los jardines está disponible, si lo desean de bateador designado asumiría el rol.

Su salud jugará un rol importante. Él afirma que si se mantiene saludable  podrá alcanzar el rendimiento deseado.

¿Y qué viene luego? Ramírez no desea ir más allá del presente. “Me voy a enfocar en la pelota dominicana, y el resto a su debido tiempo”.

Manny tiene cifras ilustres en  Grandes Ligas, con un acumulado de 555 cuadrangulares.