Lleva a tu media naranja hasta tu terreno

Lleva a tu media naranja hasta tu terreno

“No sale a divertirse, es un desordenado, no ayuda en los quehaceres de la  casa”….  Son las quejas habituales de muchas mujeres sobre su compañero sentimental. El objetivo no es  tratar de que su hombre cambie su forma de ser, sino  que aprenda a cuidar más la relación y a mantener viva la llama del amor.

A veces alguna oveja o parte de un rebaño se escapan del control de su pastor y hay que volver a introducirlas en el redil para que no pierdan su rumbo. A  muchos hombres les sucede, se salen de las normas de la buena convivencia y de la armonía de la pareja. Han dejado de lado las actitudes que en algún momento hicieron “brillar” y arder de pasión la relación o adquirido hábitos que van apagando sin prisa, pero sin pausa, la llama del amor.

Por suerte para  todos aquellos que en algún momento decidieron  casarse, o vivir juntos, hay algunas fórmulas que ayudan a  hacer realidad el sueño de conseguir un cambio positivo en la actitud y el comportamiento de esa media naranja masculina.

Y lo mejor es que  no supone esfuerzos sobrehumanos para la media naranja femenina. 

Estas son algunas de las situaciones que con más frecuencia desgastan a las parejas, y  la  “panacea” para remediarlas:

“Ya no salimos cómo antes, le gusta quedarse en casa”. Cada vez que vaya a salir, evite dar por hecho que él se negará a acompañarle, porque su apatía puede ser pasajera: pregúntele si le apetece y procure ofrecer distintas alternativas para compartir el tiempo, que es uno de los alicientes de la vida en pareja.

Si a él realmente le gusta la vida hogareña y usted  prefiere  más la actividad fuera de casa, pueden llegar a un acuerdo para dedicar un tiempo común a las cosas que también le gustan a usted. 

“Nunca participa en las tareas domésticas”:¿Está agotada? La limpieza, orden y cuidado de la casa, son actividades tan poco gratificantes como necesarias: aunque no nos gusten no hay más remedio que hacerlas.

Cuando dos personas trabajan fuera y viven bajo el mismo techo, lo más justo es compartir las actividades domésticas: no hay argumentos valederos para que recaigan solamente en la mujer.

Se más inteligente

Haga lo siguiente: elabore una lista con las distintas obligaciones que hay que cumplir, distribuya las tareas de forma concertada, de acuerdo a las habilidades y preferencias de cada uno, y póngala en un lugar bien visible para que cada cual sepa lo que debe hacer.

Actitudes

“No logro que cambie”

A veces, conseguir que alguien modifique su modo de actuar puede resultar más sencillo de lo que parece si se emplea la diplomacia y un poco de habilidad psicológica.

En lugar de sólo criticarle por lo que hace mal o deja de hacer, intente elogiarle y agradecer sus esfuerzos y progresos; en vez de hacerle continuos reproches, bríndele su apoyo y colaboración para que cambie de actitud y colabore más.

Las claves

1- Cuando vaya a salir

Procure ofrecer distintas alternativas para compartir el tiempo, que es uno de los alicientes de la vida en pareja.

2-  Cuando la opción sea el hogar

Usted también debe ceder un poco, trate de complacerlo, quédese en casa, vean una película, también puede hacerle una cena romántica o simplemente conversar de lo hermosa que es su relación de pareja.

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