Lleva cinco meses inconsciente

Lleva cinco meses inconsciente

POR ALTAGRACIA ORTIZ 
El abandono por parte del Estado y ver su hijo mutilado y convertido en un “vegetal” es  parte de la tragedia que vive desde hace cinco meses la familia Pimentel Remigio, a cuyo hijo, una guagua de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) lo atropelló, dejándole lesiones permanentes en el cerebro.

Se trata del joven Luis Ramón Pimentel Remigio, de 36 años de edad, atleta, casado y con dos niñas de 11 y 6 años respectivamente, quien yace en una cama ajeno a todo lo que le rodea.

Su familia “movilizó cielo y tierra” para salvarlo, pero estaba muy politraumatizado y había sufrido golpes en el cerebro.

 Ahora está postrado como un vegetal a expensa de los cuidados de su familia y de un equipo de médicos y enfermeras.

El padre del joven enfermo, Luis Pimentel Castro, no para de llorar y tanto él como su esposa no saben hasta cuándo tendrán fuerzas para soportar tanto dolor.

Aunque fue atropellado por un vehículo de la OMSA, el director de esa entidad, ingeniero Ignacio Ditrén, lo remitió al Seguro del Banco de Reservas, donde les dijeron que se pagaba RD$500,000 por un accidente de esa magnitud.

La familia los rechazó, porque sólo por los servicios en la clínica pagaron un millón, cuatrocientos mil pesos (RD$1, 400,000.00).

En cinco meses que lleva el joven postrado en una cama, ignorando todo cuanto le rodea, su familia ha gastado más de RD$2.0 millones y la economía familiar, a pesar de la solidaridad de los amigos y la familia, ya está socavada.

Todos los gastos de la familia del joven malogrado ahora corren bajo la responsabilidad de su padre.

 También han asumido todas las deudas por la enfermedad, el pago de los médicos, la manutención y la educación de las niñas.

EL CASO

La tragedia que envuelve al joven Pimentel Remigio sucedió el 8 de julio del 2005, cuando se dirigía o regresaba de un club de ciclismo del Parque Mirador Sur donde practicaba deportes.

Un autobús de la OMSA lo chocó y nunca más recobró la memoria. Sus familiares pasaron todo un día buscándolo y al final del día lo encontraron en la sala de Cuidados Intensivos del hospital Darío Contreras.

Acostumbraba a hacer ejercicios todos los días, pero ese 8 de julio no regresó, pues había sido atropellado y llevado a la Clínica Independencia desde donde fue trasladado al hospital.

 Allí lo atendieron y fue trasladado a la clínica de Ginecología y Obstetricia.

UNA FAMILIA UNIDA

El padre de Luis Ramón habla con orgullo de su familia y de su hijo que está casado con Sandra Altagracia Hurtado  con quien procreó dos niñas, Dilsi Maríe Pimentel y Lisandra.

 Ambas tienen discapacidad auditiva. También la esposa, Sandra tiene un problema auditivo y su niña fue la primera en recibir un trasplante en el oído, gracias a lo cual hoy día puede escuchar.

Tres enfermeras y cinco médicos de diferentes área de la salud revisan dos veces por semana al joven que luce inerte en su lecho.

El costo para mantener con dignidad y calidad al hijo de los Pimentel Remigio ronda los RD$200,000 al mes.

El padre mostró a periodistas de HOY que la casa se ha convertido en una gran farmacia, donde se llevan todo tipo de fármacos.

Sus nietas, su esposa y todos reciben tratamiento psicológico que les permita enfrentar la situación.

El diagnóstico es definitivo, lo han visto neurólogos norteamericanos y dominicanos, la vida del paciente parecería como que se detuvo y su familia sufre día a día por aquel accidente que postró a su vástago.

HABLA DITREN

Con relación al caso, el ingeniero Ditrén, director de la OMSA, considera que el padre está obsesionado por el dolor y lo entiende, pero asegura que no puede usar los recursos de una institución del Estado para renglones que no están consignados.

“Entiendo su dolor como padre, es una persona que conozco, pero fue un accidente y los vehículos de la institución que dirijo están asegurados en el Seguro de Banreservas”, expresó el funcionario.

Aunque reconoce que los gastos del padre del malogrado joven son cuantiosos, alega que él se debe a la ley y que no puede sobrepasar sus mandatos, aunque expresó sus deseos de poder ayudar con la situación de manera personal.

Indicó que por ese y otros casos, en enero se iniciará una campaña que incentiva a los choferes a cero accidentes y a respetar la vida.

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