ROANOKE, Estados Unidos. AFP. Muestras de dolor y tributos en honor a dos periodistas asesinados a manos de un excolega que luego se suicidó, tuvieron lugar ayer en EEUU, mientras el tema del control de armas volvía al primer plano.
La reportera Alison Parker, de 24 años, y el camarógrafo Adam Ward, de 27, fueron ultimados el miércoles a tiros por Vester Lee Flanagan mientras realizaban una entrevista en vivo para el canal WDBJ.
Flanagan, de 41 años y raza negra, había trabajado para WDBJ hasta su despido en 2013, «tras varios incidentes que hicieron aflorar su ira», dijo el gerente del canal, Jeffrey Marks.
El personal de la cadena observó ayer un momento de silencio al cumplirse 24 horas de los asesinatos. «Con el tiempo, nos repondremos», dijo la presentadora del noticiero, Kimberly McBroon.
Afuera de las puertas del canal, las personas rendían honor a los periodistas muertos colocando ramos flores y atando globos a un árbol. «Ella tenía la vida por delante. Yo tenía una vida por delante junto a ella», dijo el presentador Chris Hurst, novio de Parker.