Lluvia de críticas a Blair por negar que la invasión desestabilizase Irak

Lluvia de críticas a Blair por negar que la invasión desestabilizase Irak

LONDRES. Las declaraciones de Tony Blair afirmando que lo que está ocurriendo en Irak no tiene nada que ver con la invasión de 2003 provocaron este lunes una lluvia de críticas, y llevaron al alcalde de Londres a acusarlo de haber enloquecido.

Blair fue el principal aliado del presidente de Estados Unidos George W. Bush en la invasión de Irak en 2003, argumentando que el régimen de Sadam Husein estaba construyendo unas armas de destrucción masiva que nunca se encontraron.

«Aunque Sadam Husein se hubiera quedado en el poder en 2003, en 2011 hubieran estallado las revoluciones árabes en Túnez, Libia, Yemen, Bahréin, Egipto y Siria, y de todos modos nos hubiéramos encontrado con un problema mayor en Irak y Siria», dijo el ex primer ministro laborista a la BBC.

«Se puede ver lo que ocurre cuando se deja a los dictadores en el cargo, como ocurre con (el presidente sirio Bashar) Al Asad actualmente», añadió Blair, que es el enviado especial a Medio Oriente del Cuarteto diplomatico -ONU, Unión Europea, Estados Unidos y Rusia.

«He llegado a la conclusión de que Tony Blair ha enloquecido», escribió el alcalde de Londres, Boris Johnson, en su columna semanal en el Daily Telegraph, los lunes. «Necesita ayuda psiquiátrica profesional», insistió el alcalde conservador, porque sus declaraciones «están muy alejadas de la realidad».

«La guerra en Irak fue un error trágico», sentenció Johnson, acusando a Blair y Bush de una «arrogancia increíble» por creer que el derrocamiento de Husein no iba a desencadenar un periodo de inestabilidad que se ha saldado con la muerte de más de 100.000 iraquíes y de miles de soldados estadounidenses y británicos.

A Blair le criticaron también desde sus filas laboristas. «No estaba de acuerdo con Tony entonces y no lo estoy ahora», dijo John Prescott, que fue su viceprimer ministro.

Tony Blair «estaba total y absolutamente equivocado, y sigue estando equivocado», afirmó Clare Short, exministra de Desarrollo internacional, que dimitió en 2003 por la aventura iraquí.

El que fue en aquella época secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Mark Malloch-Brown, le suplicó a Tony Blair «que guarde silencio».

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