La «lluvia de estrellas» conocida como Oriónidas, es una lluvia de meteoritos que se producirá cuando la Tierra este cruzando la cola del famoso cometa Halley y es uno de los eventos más interesantes de la astronomía.
Cuando la Tierra atraviesa la corriente de escombros polvorosos del Halley, algunos de estos trozos se convierten en meteoros y entran a la a atmósfera.
Gracias por la información emitida por la NASA, podemos conocer como será este anticipado evento.
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¿Cuándo ocurrirá?
Se espera que que la lluvia de estrellas oriónidas llegará a su pico máximo de actividad en las noches del 20 y 21 de octubre, momento en que se observarán hasta 20 meteoros por hora atravesando la atmósfera terrestre.
Según la NASA, este fenómeno celeste ocurre desde el 26 de septiembre y se extenderá hasta el 22 de noviembre
¿A que se debe el nombre?
Las oriónidas deben su nombre a la constelación de Orión, ya que cerca de ella se ubica su radiante (el lugar del cielo donde parecen nacer las estrellas fugaces). Dado que esta constelación se ubica en el ecuador celeste de la Tierra, este evento astronómico siempre se puede ver desde ambos hemisferios.
¿Cómo ver la lluvia de estrellas de octubre?
La recomendación principal para captar una lluvia de estrellas es contar con un cielo lo más despejado posible. En ese sentido, es preferible situarse en el campo antes que en la ciudad.
Luego, debes ubicar el radiante de las oriónidas, el cual estará sobre el horizonte en dirección noreste en las primeras horas de la madrugada. Exactamente, aparecerá entre las constelaciones de Orión, Géminis, el Unicornio y el Can Menor.
Cumplido los dos pasos anteriores, solo queda acostarse boca arriba y esperar a que los meteoros hagan su aparición en el panorama celeste.
Para ver la lluvia, es recomendable hacerlo entre la medianoche y el amanecer, sin importar el país desde el que lo hagas, según EarthSky.org
Lo más conveniente es buscar un lugar abierto y si es posible apartado de las grandes ciudades, donde haya la menor iluminación artificial posible.
Correr con suerte y que el cielo esté despejado de nubes también es un factor determinante.