Unas cuantas horas de fuertes lluvias fue suficiente para que todo quedara al desnudo.De inmediato “las impresionantes inundaciones” no se hicieron esperar en las principales avenidas y sectores del Distrito Nacional y del Gran Santo Domingo, así como en gran parte del territorio nacional, dejando grandes daños, especialmente, a las familias residentes en sectores y comunidades vulnerables, como siempre ocurre.
El problema es multifactorial. Hay de todo. Lo primero es la ausencia de una real política de atención al drenaje pluvial y de,interés de buscar recursos para resolverlo, “porque ese trabajo no se ve”, y es que vivimos en una “sociedad de pantalla”, en donde se hace lo que se ve, porque ese falso modelo requiere llenar o romper los ojos, hacer creer que se está trabajando mucho, aunque sea en cosas que naturalmente corresponde realizar, tanto el
gobierno central como las alcaldías.”El drenaje pluvial no se ve”, según los teóricos del modelo. Y lo importante es “llenar los ojos al pueblo”,engañarlo,dejando de hacer o resolver los problemas fundamentales del país o de las comunidades.
Lo segundo es la “falta de educación cívica, ciudadana” en cuanto al manejo y responsabilidad de la colocación de la basura, tanto en la recogida como en tirarla en las calles, de forma que cuando llueve toda va a parar a los desagües tapándolos de inmediatos, creando de paso grandes daños materiales y emocionales.De ahí las rápidas
inundaciones en las principales avenidas, sectores y comunidades. Igual ocurre con las cañadas, túneles, desagües, ríos y playas, todos llenos de plásticos, y basuras de todas clases. Una verdadera falta de conciencia ciudadana, en esencia,de urbanidad.Todo esto indica la urgente necesidad de iniciar un programa de educación cívica
en los hogares, escuelas y en las comunidades y a través los medios de comunicación convencionales y digitales.
Las familias, el Ministerio de Educación y de Cultura y las alcaldías juegan un papel fundamental en este proceso de educación cívica permanente concienciación ciudadana.No habrá forma de cambiar la mentalidad del dominicano sino hay educación integral, y, también, si no hay sanción como en sociedades civilizadas no habrá tampoco corrección. Apostemos todos a la formación y educación cívica, en donde la urbanidad se asuma como un elemento esencial para la sana convivencia en sociedad.