POR ANSELMO SILVERIO
SANTIAGO.- Los aguaceros registrados los últimos días en esta región del Cibao comenzaron a disiparse ayer, cuando el sol se mostró luego de ocho días ocultado por las nubes y de que las inundaciones y desbordamientos de ríos y arroyos causaran pérdidas  millonarias no cuantificadas en la agricultura y la pecuaria.

 En tanto, la Dirección Nacional de Meteorología mantuvo el alerta en esta región Norte, especialmente en la cuenca del río Yuna y el Valle del Cibao, durante las próximas 36 horas.

De su lado, el ingeniero Ramón Cruz,  director regional de Agricultura, declaró que ayer se iniciaron las evaluaciones  los daños en las subzonas de Puerto Plata, Espaillat y esta provincia, donde las lluvias e inundaciones dañaron cultivos de yuca, plátano, guineo, batata y otros.

El técnico meteorológico Félix Guzmán dijo, no obstante, que se mantienen las recomendaciones a las pequeñas y medianas embarcaciones sobre oleajes anormales y precipitaciones en alta mar.

PERDIDAS EN ARROZ

En las comunidades de Villa Rivas, Nagua y Arenoso hay grandes extensiones cultivadas de arroz que permanecen anegadas, mientras en el proyecto agrícola Bajos Yuna  y Aglipo I y II,  técnicos de la Secretaría de Agricultura iniciaron una evaluación para determinar los daños.

DAÑOS EN LA CUMBRE

Por otra parte, en las comunidades de la cordillera Septentrional, en la cercanía de La Cumbre, muchas familias se marcharon y dejaron abandonadas sus viviendas que se desplomaron a causa de los hundimientos y deslizamientos de tierras durante los días de lluvias.

Estas familias serán reubicadas en lugares más seguros, según acordó ayer una comisión encabezada por el gobernador provincial, José Izquierdo, e integrada por los funcionarios del Instituto de la Vivienda, Bienes Nacionales, Defensa Civil, Secretaría de Obras Públicas y el Colegio de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA).

Acordaron que muchas de las familias que perdieron sus casas en el poblado de Palo Quemado, sean dotadas de terrenos en lugares seguros para construir sus casas.

También  debatieron la situación de las familias cuyos cultivos fueron dañados por los derrumbes en los poblados Palo Alto, La Hebra, Pedro García, La Cumbre, Los Jobos y Los Rincones.

En estas comunidades se hundieron predios completos por los deslizamientos de tierras.