El Gobierno de Ruanda actualizó este sábado el número de víctimas mortales por las inundaciones y deslizamientos de tierra debido a las lluvias ocurridas los pasados 2 y 3 de mayo en varias provincias del país africano, elevándolo a 135 personas fallecidas.

El Ministerio de Gestión de Emergencias (Minema) informó de que el número de heridos por las inundaciones y deslizamientos de tierra aumentó a 110, de los cuales 13 todavía se encuentran en, el hospital, mientras que una persona permanece desaparecida.

Además, hasta 5.963 hogares fueron destruidos, lo que dejó a 20.326 personas sin hogar.

La actualización de las cifras de estas inundaciones, que afectaron a las provincias del Oeste, Norte y Sur de Ruanda, tiene lugar después de que ayer el presidente ruandés, Paul Kagame, visitara la zona más afectada.

En un emplazamiento de alojamiento temporal en el distrito de Rubavu, en la provincia del Oeste, y que alberga a más de 2.500 personas desplazadas, Kagame dijo que el Gobierno haría todo lo posible para asegurarse de que regresen a su vida normal.

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Según el Ministerio de Gestión de Emergencias, las personas desplazadas están siendo alojadas en 83 zonas de alojamiento temporal y que se han distribuido 426 toneladas de ayuda alimentaria.

La temporada de lluvias supone un peligro en un país con tantas laderas como Ruanda, donde la mayoría de ellas están habitadas y son usadas como terreno de cultivo.

Ese riesgo es mayor este mes de mayo, puesto que la Agencia de Meteorología de Ruanda ha advertido de que las lluvias superarán ligeramente los niveles habituales en muchas partes del país.

Por ese motivo, el Gobierno ruandés ha animado a quienes viven en zonas de riesgo a trasladarse por las fuertes lluvias que se esperan, incluidas casi 6.000 familias de Kigali, la capital.

Según las estadísticas, Ruanda pierde 200.000 millones de francos ruandeses al año (más de 163 millones de euros) a causa de las catástrofes naturales.