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SAN SALVADOR (AFP) – Al menos 37 personas murieron en El Salvador y Honduras por las fuertes lluvias del fin de semana, en el inicio de lo que se anticipa como un invierno muy lluvioso en América Central, donde cientos de miles de personas viven en zonas de riesgo. En El Salvador la mayor tragedia ocurrió en el poblado de Cuisnahuat, 66 km al oeste de la capital, donde 20 personas habían fallecido, luego que la noche del domingo un camión en que viajaban unas 37 personas fue arrastrado cuando atravesaba un pequeño río, que sufrió una inesperada crecida.
El alcalde de Cuisnahaut, Jorge Abrego, dijo que además de los 20 muertos, aun seguían desaparecidas 17 personas, por lo que el número de víctimas mortales podría crecer en las próximas horas.
El camión regresaba de la ciudad de Santa Ana, donde los viajeros habían participado en una actividad deportiva, según reportó el presidente del Comité de Emergencia Nacional (COEN), Mauricio Ferrer.
En el cantón Tilapa, en las afueras de Apaneca, unas diez viviendas fueron enterradas por un alud de tierra que se desprendió de un cerro y al realizar las labores de rescate fueron recuperados los cadáveres de seis personas, explicó a la AFP el jefe de prensa de la POlicía Nacional Civil (PNC), Carlos Rugamas.
En el poblado de Comasagua, 28 km al suroeste de la capital, el presidente del Comité de Emergencia Nacional (Coen), Mauricio Ferrer indicó que tres personas murieron al quedar soterradas por un derrumbe, por lo que el total de víctimas provocadas por las lluvias asciende a 29 en el país.
El pasado fin de semana, también Honduras se vio conmocionada por la muerte de ocho personas, incluyendo dos niñas y una mujer embarazada, a causa de las fuertes lluvias que han afectado a diversas regiones del país.
En Tegucigalpa, quebradas enbravecidas, que en verano apenas tienen un hilo de agua, se desbordaron en los últimos días, y aludes de tierra y muros cayeron sobre varias viviendas.
Las lluvias de los últimos días dejaron 267 evacuados, 187 damnificados y 98 viviendas destruidas, según fuentes oficiales.
«El problema de la ciudad es grave, no sólo por la topografía (montañosa) sino porque el suelo se satura fácilmente con las lluvias y tiende a deslizarse: y el otro agravante es la pobreza, la gente vive en esas condiciones porque no tienen adonde más irse», lamentó el comisionado.
Del millón de habitantes de la ciudad, unas 150.000 personas viven en esas áreas expuestas al peligro de inundaciones y derrumbes, según el funcionario.
Entretanto, en Guatemala fuentes oficiales indicaron que unas 400.000 personas se encuentran amenazadas por el violento inicio de la temporada lluviosa, debido al peligro de deslaves e inundaciones.
Centroamérica, debido a la deforestación y a que sectores emprobrecidos residen a la orilla de los ríos o en zonas de riesgo, se encuentra constantemente amenazada por los desastres naturales, según los organismos de socorro.
