Lluvias dejan muerte y destrucción en Tamboril

Lluvias dejan muerte y destrucción en Tamboril

POR ANSELMO SILVERIO
TAMBORIL.-
Este poblado fue declarado ayer zona de desastre por el ayuntamiento, por no lograr reponerse de los daños causados por las inundaciones causadas por el desbordamiento de ríos y arroyos que dejaron dos personas muertas, más de 25 heridas y más  de más 30 desaparecidas, entre ellos, parte de una colonia haitiana.

El síndico Francisco Alvarez sostuvo que hay 400 familias sin hogares y más de 2,500 con sus casas repletas de sedimento y  dañadas  y que las pérdidas son millonarias.

Las víctimas fueron identificadas como Marcelina Rodríguez López, de 70 años y Carmen Rodríguez (Blanca) de 68, las cuales fueron arrastradas por las corrientes del río Licey.

Familias completas están apiñadas en la iglesia Boca de Licey, otras se encuentran donde parientes y otro grupo se mantiene en las calles que están cubiertas en lodo y escombros que eran despejados ayer por equipos pesados de la Secretaría de Obras Públicas al mando del subsecretario de la cartera, ingeniero Porfirio Brito; del gobernador, José Izquierdo y del director regional de la Defensa Civil, Francisco Arias.

Los vecinos entraron en pánico por la magnitud del desastre, mientras otros buscan a personas desaparecidas durante el desastre causado por repentinos aguaceros que desbordaron el río Licey y todos sus afluentes.

Los ríos y cañadas que salieron de sus cauces fueron Gurabo, Guazumal, Canca la Piedra, Nigua, Boca de Licey y Tambó.

Juana Fernández Santana, madre soltera con seis hijos, la noche del desastre durmió a la intemperie junto a otras familias del barrio La Cacata, porque perdió su humilde casa con todos sus ajuares.

«No nos quedó nada, pero tampoco tenemos familias aquí porque somos de Azua», dijo Fernández Santana, quien pidió la intervención del gobernador Izquierdo para que socorran las personas que juntas con sus niños quedaron desamparadas.

Las calles de los barrios Ico, Arenoso, Los Santana, Juan María Capellán, La Cacata,  Callejón de Los Perros, Callejón de Los Polanco, El Calientísimo, Entrada de Haina y La Ermita quedaron sepultadas entre lodo, basura y escombros, mientras los vecinos se unieron en un programa de limpieza para despejar las vías.

El tránsito de automóviles entre los poblados Carlos Díaz y Tamboril permanecía cerrado anoche, mientras una brigada de la Secretaría de Obras Públicas trataba de reponer los daños.

El comercio perdió muchos millones de pesos ya que algunas pulperías fueron arrasadas por las corrientes, mientras a la intemperie se observaron neveras, estufas, lavadoras, televisores, radios y otros electrodomésticos.

Algunas tiendas amanecieron cerradas debido a la acumulación de lodo y aguas.

El síndico Alvarez formuló un llamado al gobierno para que envíe colchones, frazadas, maderas, zinc y mosquiteros para las familias que quedaron sin hogares, muchas de las cuales permanecían en calles y caminos de las comunidades afectadas.

Entre los desaparecidos se encuentran los obreros Víctor Peña y Julio Mármol, al igual que un niño no identificado.

Se dijo que la mayoría de los desaparecidos son haitianos que vivían a orillas del río Boca de Licey por el sector La Entrada de Haina.

Entre los comerciantes que registraron pérdidas se menciona a Pablo Henríquez, Norberto Martínez y Pablo Tomás Henríquez.

Las corrientes eran tan fuertes que arrastraron jeepetas y otros vehículos, los cuales quedaron atestados con viviendas semi-destruidas. El caso más patético se registró con un vehículo de la firma Tabacalera Noris.

Francis Pichardo, estudiante de comunicación social y residente en este poblado, dijo que nadie esperaba que lo que comenzó como una llovizna se convertiría en repentinos aguaceros que causaron una tragedia total en todo el municipio y parte de la región de Moca.

Las comunidades de Arroyo del Toro y San Víctor resultaron, también afectadas.

Pedro Antonio Suárez dijo que vio cuando un carro era arrastrado por el desbordado río Licey y algunos electrodomésticos.

Algunos de estos equipos fueron rescatados por una banda de saqueadores, mientras que la Policía aumentó la vigilancia para evitar más robos.

Los lugares declarados zonas de desastre por la Sala Capitular fueron Boca de Licey, Barrio Hermanas Mirabal, El Arenazo, La Anacahuita y La Hermita.

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