Las autoridades y los residentes del norte de China se encuentran en alerta máxima debido a las lluvias y tormentas más intensas de la última década en la región, que dejaron al menos dos fallecidos y más de 100.000 personas evacuadas.
Los remanentes del tifón Doksuri, que tocó tierra el viernes por la mañana en la costa de la ciudad de Jinjiang, en la provincia suroriental de Fujian, avanzan por el centro y norte del país, informa la agencia estatal de noticias Xinhua.
Según el Centro Meteorológico Nacional de China, la precipitación media en Pekín alcanzó los 157,8 mm, mientras que en una aldea del distrito suburbano de Fangshan se registró una precipitación máxima que superó los 538 mm, lo que provocó un corrimiento de tierras que obligó a evacuar a más de 10.000 residentes.
A su vez, el distrito capitalino de Mentougou, con unas precipitaciones medias de 320 mm que provocaron el desbordamiento del río que atraviesa la zona, tuvo que evacuar a 5.000 de sus habitantes e informó de dos personas fallecidas por las inundaciones este lunes por la tarde.
Las áreas más afectadas en la capital son las regiones oeste, sur y urbanas, lo que ha llevado a la evacuación de más de 45.000 personas y la suspensión de operaciones de más de 200 líneas de autobús y varias rutas de tren en las áreas suburbanas.
En la provincia de Hebei, las autoridades meteorológicas pronostican que las precipitaciones acumuladas probablemente excedan los 250 mm en algunas áreas.
Las ciudades afectadas en la región incluyen Zhangjiakou, Chengde, Tangshan, Baoding, la nueva área de Xiong’an, Langfang y Shijiazhuang, la capital provincial.
Específicamente, la ciudad de Baoding se ha visto duramente afectada por las poderosas inundaciones, lo que ha llevado a la evacuación de más de 54.890 personas.
El nivel de riesgo de inundaciones en el norte de Baoding, donde un puente se derrumbó provocando que dos camiones cayeran al agua y una persona desapareciera, alcanzó el nivel II, el segundo más alto.
Mientras tanto, un nuevo tifón, el Khanun, se acerca a Filipinas, siguiendo una trayectoria similar a la efectuada por el Doksuri.
El tifón ha ganado fuerza mientras avanza hacia las aguas del norte del archipiélago, lo que ha generado preocupación en un país que todavía se recupera del impacto del tifón Doksuri, que dejó al menos 25 personas muertas y más de 300.000 damnificados.
Mientras, las autoridades en Pekín están tomando todas las medidas necesarias para proteger a la población y minimizar los daños causados por estas fuertes lluvias y tormentas, ante la previsión de que el fenómeno meteorológico continúe durante los siguientes días en el norte de China y que el tifón Khanun afecte al sur del país en un futuro próximo.
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