BARAHONA. Las lluvias entre la noche del jueves y ayer en zonas de esta provincia redujeron la actividad comercial y el transporte público como el privado y el de carga.
Propietarios de grandes y pequeños comercios cerraron sus puertas temprano en la noche del jueves y ayer permanecían cerrados.
Ferreterías, bancas de apuestas, cines, agencias de cambio, talleres de mecánica, venduteros callejeros de frituras y otros, tampoco se aventuraron a las calles debido a las lluvias que al inundar esas vías dejaron al descubierto la falta de mantenimiento del alcantarillado pluvial y sanitario.
Muchas calles y avenidas de poblaciones donde las lluvias eran frecuentes quedaron rápidamente deterioradas, por lo que los pobladores confiaban en que los ayuntamientos locales y el ministerio de Obras Públicas acuerden, aún sea por iniciativa propia esta vez, la repavimentación de las mismas y que participe la Federación Dominicana de Municipios (Fedomu).
Muchos negocios fueron vistos inundados por las aguas de ríos desbordados.
Las frecuentes e intensas lluvias arrastradas por los efectos del huracán Tomás en esta región sureña, y en particular en esta ciudad al igual que en Azua y otras poblaciones, quedaron afectadas en mayor o menor grado las actividades normales, sobre todo el comercio.
Si no todos, la mayoría de los centros de diversión estuvieron abiertos, pero con poca asistencia de clientes. Sólo se escuchaba música a casi todo volumen.
Empleados de establecimientos comerciales privados quedaron impedidos de asistir a sus centros, lo mismo en el sector público.