LMD: desafíos a cúpulas partidarias y al PRSC

LMD: desafíos a cúpulas partidarias y al PRSC

Lo sucedido en la reciente Asamblea de Municipios para la escogencia del secretario general de la Liga Municipal Dominicana (LMD) debe ser visto como otro desafío a las cúpulas partidarias del PRSC y de otros partidos mayoritarios.

No es el primer desafío que se observa en la dirigencia de base e intermedia de los partidos con sus respectivas cúpulas; constituyendo, lo sucedido en Santiago en la escogencia del candidato a alcalde en las pasadas elecciones y posiciones de legisladores durante debates constitucionales y legales, precedentes significativos.  Los sucesivos e infructuosos globos de ensayos gubernamentales dirigidos a encontrar candidato presidencial PLDista afín a quienes ostentan la conducción de la cosa pública constituye otra muestra.

En el caso de la LMD, la preferencia de las cúpulas fue vencida por un candidato avalado en estilos y resultados de una brevísima gestión interina que concitó apoyo y entusiasmo municipalista. El PRD aspiró originalmente a dirigir ese organismo, lanzando precandidatos, avalándose en la  cantidad de alcaldías conquistadas en los pasados comicios y en la posición de FEDOMU ejecutivamente  enmarcada en sus lineamientos, cediendo finalmente sus pretensiones. El PLD, donde siempre existieron aspiraciones soterradas de pescar en las aguas revueltas del PRSC, no pudo enfrentar el entusiasmo provocado por la interinidad.

El PRSC conspiró, inexplicablemente, consigo mismo. Se multiplicaron e improvisaron aspiraciones y se apostó, absurdamente, contra la propia revelación que meses antes  había esculpido, ignorando las esperanzas concitadas en las municipalidades, en sus filas y en una nación ávida de  nuevos y caballerosos procederes en el manejo de la cosa pública.

La candidatura entonces natural del PRSC a la LMD quiso presentarse como un reflejo de pugnas por  aspiraciones internas y nacionales, excusándose en los lazos familiares de su predecesor,  cuando dicha candidatura constituyó una decisión de la institucionalidad del partido en virtud de sus valiosos servicios que siempre ha prestado a la organización.

Lamentablemente amplios sectores de la opinión pública y analistas políticos siguen percibiendo, limitada y erróneamente, lo acontecido; cuando la lectura adecuada debe conducir a corregir la falta de sintonía e identificación de las cúpulas partidarias con las direcciones básicas e intermedias de sus organizaciones y con la población, al momento de tomar decisiones orientadas hacia el interés nacional.

El PRSC en particular debe aprovechar esta experiencia y convertirla en una oportunidad de convocar sus comisiones Ejecutiva y Política, en consonancia con planteamientos del congreso que  celebra, para viabilizar su relanzamiento en procura de la imprescindible sintonía que permitirá superar los desafíos provenientes de su estamento dirigencial, premisa para comenzar a satisfacer exigencias nacionales sobre conducción pública.

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