POR UBALDO GUZMAN MOLINA
El gerente general del Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), Arismendi Díaz Santana, dijo ayer que el Seguro Familiar de Salud (SFS) se aplicará de manera gradual, aunque no especificó a partir de qué fecha. Explicó que la gradualidad es la solución intermedia para el SFS, que ha sido difícil de asimilar por la población y las autoridades. Señaló que eso significa que el sistema de la seguridad social se aplica por etapa.

«El problema es el siguiente: nosotros no podemos ofrecer todos los servicios de inmediato a la población, porque la situación económica no le permite en este momento», expresó Díaz Santana.

Consideró que no se puede construir el proceso en una sola etapa, sino que se debe hacer de manera progresiva. Explicó que aún con la gradualidad y estableciendo un proceso de incorporación de algunos servicios, comenzando con lo más urgente para la población, significa un paso de avance.

Sostuvo que no es posible garantizar lo que la ley previó originalmente y la segunda etapa es determinar cuánto cuesta realmente el plan integral, cuál es el déficit que se produce y determinar cuáles son las partidas para una segunda etapa. Indicó que el régimen de iguala que existe en el país es inequitativo en cuanto al financiamiento y poco solidario.

Explicó que si bien es cierto que una empresa paga junto con sus trabajadores la cuota, no es menos cierto que eso supone una parte del gasto.

Cuando se acude a una consulta se debe pagar 200 ó 300 pesos de diferencia con el seguro y si indican análisis, la persona tiene que pagar 1,000 ó 1,500 pesos, explicó. Consideró que el régimen de igualas no es conveniente, porque el empleador sólo financia una parte. «De ahí en adelante, cuanto tú te enfermas, eso corre por cuenta tuya», dijo.

A su juicio, el costo del servicio privado excluye al 55% de la población que gana por debajo del salario mínimo, y los indigentes, a quienes al Estado tiene la responsabilidad de atender.

Consideró que si se está desarrollando un modelo económico de modernidad y competitividad y los recursos humanos son la principal fuerza para competir en el mercado internacional, los cuales deben fortalecerse. «Sin salud, esos recursos humanos nunca tendrán la capacidad productiva ni competitiva del país para insertamos en todos los esquemas que estamos desarrollando», dijo.

Consideró que el país no tiene posibilidad de «echar hacia atrás y lo tenemos que avanzar paso a paso hacia adelante». Recordó que ley de la Seguridad Social se consensuó durante un período de bonanza económica y que la puesta en marcha en marcha del Seguro Familiar de Salud coincidió con la crisis bancaria.

Entorno internacional

Díaz Santana indicó que figuran medicinas muy caras, así como placas de rayo X y sustancias químicas para hacer los análisis. Indicó que la energía es cara, agudizada por los altos precios del petróleo.

Señaló que el esfuerzo que hace el gobierno para estabilizar la economía y controlar la inflación no se ha reflejado para ayudar a reducir el costo del Plan Básico de Salud. El país, observó,  tiene una serie de limitaciones como producto de situaciones extraordinarias e imprevistas por la ley, como fue la crisis económica que ha sacudido al país, que seguirá afectando la seguridad social.

Dijo que la seguridad social cambiará la forma de financiamiento y de acceso de la población a los servicios. A su juicio, el país tiene capacidad instalada de más,  pública y privada.

Cree que la República Dominicana es uno de los países que tiene una infraestructura sanitaria más amplia, con la ventaja de la buena comunicación entre las comunidades.

El funcionario en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicación Corripio estuvo acompañado del presidente del CNSC y secretario de Trabajo, José Fadul. Estuvieron presentes el encargado de asuntos internacionales de la Secretaría de Trabajo, Nelson Reyes, y el periodista Hipólito Carrasco, relacionista de la cartera.

Díaz Santana dijo que la seguridad social se encuentra en un momento importante de su proceso, porque ya puso en marcha dos regímenes de los tres previstos por la ley de la Seguridad Social: las pensiones y del riesgos laborales.

Sin embargo, dijo que lo más importante, el Seguro Familiar de Salud, no ha podido aplicarse

Dijo que muchos de los obstáculos que han impedido el inicio están bien discutidos y lo que falta es culminar el proceso de concertación.

Indicó que el CNSS espera que en la próxima semana dará informaciones positivas al país sobre la solución de cada uno de los temas pendientes, los cuales se discuten a nivel tripartito y el CNSS.

Pensiones debió ir de último

El secretario de Trabajo, José Ramón Fadul, criticó que se haya instalado un sistema de pensiones que ha funcionado cuando debió entrar en vigencia de último. Indicó que el país enfrenta varios problemas, como el Tratado de Libre Comercio, la reforma fiscal, electricidad, combustibles altos.

Cree que los problemas globales que impiden que entren en vigencia la seguridad social pueden ser salvados por la voluntad de las partes envueltas.

Indicó que en CNSS existen el tripartismo (obreros, empleadores y gobierno), y además figura el de los médicos que tienen voz, pero sin voto.

«Si uno de esos sectores no voto, automáticamente no se aprueba nada. Tiene capacidad de veto», dijo.

Señaló que el Plan Básico de Salud se ha consensuado entre RD$1,900 a RD$4,050. Indicó que el Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) perdería el 33% si se aplica la modificación del artículo 165 de la Ley de la Seguridad Social. Señaló que una de las dificultades ha sido los honorarios médicos, donde no ha habido acuerdo alguno.

A su juicio, la entrada del régimen contributivo significa una erogación adicional para los empleadores entre RD$3,000 y RD$4,000 millones al año.

Explicó que el sector empleador podría ver que existe una carga adicional y determinar si el Estado está en capacidad absorber la carga que representa la seguridad social.

Indicó que el IDSS no se ha preparado al rol que le toca para convertirse en un gran Administradora Riesgos de Salud (ARS), aunque ya fue certificada por la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL).

Consideró que el IDSS tiene que ponerse en capacidad de poder ofrecer los servicios a la ciudadanía en condiciones de que puedan ser competitivos con las clínicas privadas.