Nos abruman los problemas: un narcotráfico que coopta todas las instituciones, la crisis eléctrica; inseguridad ciudadana, una delincuencia que es alentada por la corrupción y la impunidad en “las alturas”; deuda pública, interna y externa, en dólares, que nos desborda; un sistema político de “tres en uno”, con el predominio de quienes hoy detentan el poder. Un señor Presidente que capitaliza “todo lo bueno” y les deja a los demás la “basura”. La lista es en extremo extensa.

Ahora estamos ante el espanto de Haití. La “más grande catástrofe” en cientos de años, según analistas. Estados Unidos, Francia, Canadá y demás potencias, pretenden que la República Dominicana sea el “reciclador” de la crisis haitiana, y tenemos a un señor Presidente a quien le encantan los “figureos” internacionales, y que verterá miles de palabras  y frases vacías que no conducen a nada. Mientras tanto, el problema adquiere dimensiones catastróficas, y el país totalmente indiferente a las mismas.

Quiero ilustrar con un pequeño ejemplo la irresponsabilidad oficial y el modelo imperante en el país:

La multinacional IKEA abrió sus puertas. Piensan que están “en el paraíso”, porque todos los aplauden. El señor Presidente se ufana de esa inversión, y asiste personalmente a inaugurar las instalaciones de la multinacional.

Unas cuantas preguntas ilustran el modelo económico y de visión que tenemos:

Attias, presidente de la Asociación Nacional de Industriales de Muebles, Colchones y Afines (Asonaimco) dijo (y Hoy fue el único periódico que lo publicó)  que la apertura  de esta tienda podría perjudicar de manera directa a más de 100,000 familias.

Hagámonos algunas preguntas:

¿Consultó el Presidente de la “modernidad” y sus funcionarios con esta industria vital, antes de “darle luz verde” a IKEA?

¿Se preocupó alguno de sus funcionarios por consignar en el acuerdo una relación de IKEA con la industria local, para alentar la producción nacional?

¿Sustituyen los tres o cuatrocientos empleos de IKEA con los decenas de miles que serán desplazados cuando esta multinacional empiece a copar el mercado nacional?

¿Qué le deja IKEA a la economía nacional en materia de entrada y salida de divisas? Esta IKEA no ha querido reunirse con la industria local. Que prefieren el “acuerdo con el Presidente”, e importar colchones y todas las  materias primas de China, que comprarlos en el mercado, y este Estado flamante, donde ninguno de sus funcionarios ha dicho una palabra.

La pérdida de 100,000 empleos no tiene ningún valor ante al “figureo “del presidente con la multinacional. ¿Y los periódicos?

¡Bien gracias! Sólo Hoy reprodujo la protesta de la industria local. ¡Ese es el modelo que nos han impuesto!

¡Es perentorio construir una alternativa política y construir medios alternativos de comunicación!