Los interiores decorados con estilo clásico se caracterizan por ser sofisticados y refinados, al tiempo que lucen muy elegantes. Los adornos son en su mayoría piezas de arte que le dan al ambiente un toque estético y lujoso.

Este estilo ha sobrevivido con el paso del tiempo debido a la nobleza de sus líneas y materiales, y admite la utilización de elementos modernos siempre y cuando presenten líneas simples y materiales de buena calidad.

Los materiales más utilizados son los nobles, que incluyen maderas como el roble, la  haya y el cerezo. También es muy común ver porcelanas, cristales y bronces, al tiempo que los tapizados llevan telas muy bien trabajadas como brocados, sedas, o terciopelos.

En cuanto a los colores utilizados, los claros son los que predominan en estos ambientes, siendo los tonos crema, verdes, grises y amarillos los principales, ya que estos ayudan enormemente a crear un ambiente sereno y lujoso.

Características del estilo clásico.  Una de las principales  características del estilo clásico es la presencia de elementos en abundancia, los cuales generan una sobrecarga en los ambientes. Están ubicados de tal forma que logran un diseño simétrico, que le dan puntos positivos a la estética.

Con relación a los muebles, los más utilizados son los antiguos, aunque también pueden apreciarse en algunos casos muebles clásicos en maderas nobles pero de fabricación actual.

La diferencia

 Entre decoración retro, clásico  y vintage
Una muy delgada línea marca la diferencia en estos estilos. Retro es más bien un recurso del diseñador, que mira al pasado en busca de inspiración, mientras que vintage es un estilo de vida, una muestra de la cultura posmoderna, y la decoración  clásica la definen elementos sofisticados y atemporales.