Lo de Constanza no es tan simple

Lo de Constanza no es tan simple

A pesar de que el país carece de leyes de Aguas y de Ordenamiento Territorial, hay instrumentos jurídicos que permiten proteger de explotación insostenible las fuentes hidrográficas y los recursos forestales y minerales. La prohibición de la agricultura en el área de nacimiento de varios ríos en las montañas de Constanza, es una disposición cuya vigencia no depende de las leyes mencionadas, por lo que nada justifica que no se haya frenado la explotación irracional del recurso agua y la práctica insostenible de la agricultura.
Aunque el ministro de Medio Ambiente, Bautista Rojas Gómez, afirma que ha enfrentado ese problema, el Consejo Ambiental de Constanza sostiene que ese ministerio solo ha impuesto una multa a un agricultor por la construcción de un reservorio en las montañas, y que la sanción no disuadió la mala práctica, pues el mismo personaje luego construyó un pozo tubular. Las irregularidades han continuado, en beneficio de pocos y perjuicio de muchos.
El país necesita proteger sus recursos hidrográficos y forestales de prácticas como las que se están llevando a cabo en Constanza, y debe agilizar la aprobación de las leyes de Aguas y de Ordenamiento Territorial. Pero al margen de eso, tiene que ponerle freno, con las leyes a la mano, a una situación que perjudica la gran producción agrícola del valle que no recibe agua suficiente.

Por un diálogo libre de bravatas

El Colegio Médico Dominicano (CMD) está amenazando nuevamente con el uso de la fuerza, a pesar de que las conversaciones con el Ministerio de Salud Pública comenzaron apenas el lunes. Esta actitud pone en tela de juicio la disposición de diálogo que dice tener el gremio. No es razonable ni caballeroso amenazar con la fuerza en medio de una negociación, que si bien no ha rendido los frutos esperados desde su primera jornada, es un intento con posibilidades de entendimiento.
El CMD daría una muestra de buena voluntad si le restara fuego a la caldera y acudiera a las conversaciones despojado de bravuconadas. El liderazgo de ese gremio debe entender que el país ha experimentado cambios y son más las veces que recurre al verbo que al garrote para dirimir diferencias. Hay que enfriar la caldera, y hablar.

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