Lo del «Estado fallido» y otras fallas

Lo del «Estado fallido» y otras fallas

REGINALDO ATANAY
NUEVA YORK.– De vez en cuando una que otra gente pone en vigencia palabras que se usaron en algún tiempo y ya las habían dejado dormir, y otras son sacadas de otros idiomas. Salen, esas palabras, como los refranes; también las interjecciones que a veces llegan y pasan de moda.

A manera de ejemplos pueden citarse la palabra tutumpote, que fue resucitada por el ex presidente Juan Bosch; el término jurídico resiliar, que lo trajo del francés al castellano, hace ya varios años, el jurista Emmanuel Esquea Guerrero, cuando se desempeñaba como consultor jurídico del Poder Ejecutivo; ¡Volveré!, del General Mc Arthur, así como E’pa’fuera que van, o E’pa’lante que vamos.

Últimamente surgió un nombre que no lo habíamos oído antes: Quirino, un ex militar implicado en asuntos de drogas. Hasta ahora, no hemos conocido de santo alguno con ese nombre; sí de un cardenal veneciano de hace unos 300 años, con un apellido parecido, pero no igual al nombre de Quirino.

En eso de palabras nuevas o resucitadas, una revista le ha dado vigencia, ahora, al término «fallido», para referirse a un montón de Estados, entre ellos el de Dominicana, para decir que son estados casi inservibles, sin muchas acciones de provecho para sus gobernados.

Esa afirmación ha sacudido a la opinión pública dominicana, comenzando por el Presidente de la República y llegando hasta el Embajador de Estados Unidos; ambos dicen que el de Dominicana, no es un «estado fallido».

Por otro lado, están opinando en contra de ese pronunciamiento tanto amigos del gobierno, como enemigos; también los hay quienes dicen que sí, que es cierto, que el dominicano, es un estado fallido.

En estos temas que surgen de momento, brotan opiniones interesadas en ayudar, y también en desayudar, en estropear. Y se desatan las pasiones entre unos y otros, en vez de situarse ellos en la línea de cordura, y desde allí, mirar y analizar, sin pasiones, lo que se está discutiendo.

Puede decirse que el dominicano, es un estado a medio fallar; porque ha habido buenos logros, pero se han enseñoreado fallas, que «lloran ante la presencia de Dios».

El Presidente Leonel Fernández reaccionó molesto, ante la aseveración de la revista, y es natural que se muestre así, aunque sea «de los dientes hacia fuera», pues por respeto a sí mismo, y a la posición que desempeña, no debe decir otra cosa.

El embajador estadounidense, Hans Hertell, dijo que el dominicano no es un estado fallido; que su gobierno no se entiende con tales estados. Ahí uno reflexiona y dice que el diplomático norteamericano ha dicho eso… «¡por decir algo!», pues su país tuvo relaciones muy estrechas con estados fallidos como el del Sha de Irán, Anastasio Somoza y sus descendientes, Rafael L. Trujillo, y otros etcéteras, como Francois Duvalier.

El chauvinismo aconsejará a algunos observadores a negar rotundamente lo de «fallido»; pero también pensarán así otros que no son chauvinistas, sino gente… común y corriente.

Hace muchos años, varios tribunales de la República, mediante sentencia, ordenaron que fueran devueltos los bienes que el Estado le secuestró al industrial salvadoreño Elías Gadala María, al probarse y comprobarse que el inversionista no se valió de influencias con la dictadura de Trujillo para hacer prosperar sus negocios, sino de su inversión, que llevó desde el extranjero, y de su talento y trabajo. Esas sentencias no se ejecutaron; tampoco otra, soberanamente definitiva, dictada por la Corte Suprema de Justicia. Los gobiernos no hicieron caso, y los descendientes de Gadala María siguen reclamando sus pertenencias.

Un caso más reciente es el de varios ex funcionarios del primer gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), inculpados de varios delitos contra el país; esos señores fueron sometidos a la acción de la justicia, pero el Estado «se hizo el loco» y no sólo no se ha celebrado juicio alguno al respecto, sino que muchos de los inculpados ostentan, nuevamente, posiciones de relevancia dentro del gobierno, sin haberse establecido en un tribunal competente si los inculpados son inocentes o culpables.

¡Claro que el Estado Dominicano ha tenido sus fallas! Las ha tenido, sí, como entidad humana al fin, como las tienen gobiernos de otros países. Aunque en Dominicana, lamentablemente, las fallas suelen ser, por razones de banderías político-partidistas, más comunes.

La revista que declaró «fallidos» a esos estados tiene, como es de suponerse, su línea editorial, y sus expertos. En cuanto a expertos, es común, desde hace muchísimos años, que cualquiera interesado en negocios o temas de investigación se traslade por un fin de semana a cualquier país de Iberoamérica, sostenga conversaciones en ese fin de semana con varias personas, y regrese a Estados Unidos el lunes siguiente, opinando, ayudado con la muleta de «ser experto en asuntos latinoamericanos».

Y ese ejercicio ha seguido sucediéndose, porque en nuestros países, siempre están activas las personas que empujan hacia conveniencia propia, sin importarles si lo que se dice o se hace entre ellos, está de acuerdo con la moral y la verdad.

Porque hay estados fallidos, sí, pero abundan más los hombres y mujeres de cualquier parte que pretenden beneficiarse de las fallas de los estados fallidos.

Meditación

Para la meditación de hoy: Aviva tu entendimiento para que llegues a plasmar como realidad, el precepto del griego Sócrates, de conocerte a ti mismo. Cuando empiezas a conocerte, estás comenzando a conocer a todos tus hermanos de humanidad; al mundo. Y en ese aprender, vas encontrando razones que te indican porqué eres de esa manera y no de otra. La ventaja de conocerse a sí mismo es que con tal conocimiento, entiendes tu entorno, y al conocer todo tu entorno… tus fallas humanas se reducirán a tal punto, que luego podrías proclamarte como un ser exitoso.

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