Lo dijo Miguel Cocco

Lo dijo Miguel Cocco

FRANCISCO ALVAREZ CASTELLANOS
Miguel Cocco, actual director de Aduanas, acaba de abrir una especie de «caja de Pandora» criolla. Cocco denunció hace poco que más de 1,000 vehículos fueron pasados por Aduanas, durante el pasado período, sin reliquidar nada menos que RD$14,418,000.00. Yo creo que Cocco es un hombre que cuando habla no lo hace por el simple gusto de hacerlo. Y menos cuando de denuncias de este tipo se trata. Pero Cocco dijo más. Como por ejemplo, que durante la gestión anterior se llevaron de Aduanas computadoras «y hasta las armas pertenecientes a las áreas de seguridad».

Naturalmente que la respuesta del ex-director de Aduanas, Vicente Sánchez Baret, no se hizo esperar, y retó a Cocco a que presentara las pruebas de su denuncia. Porque Cocco fue más lejos cuando dijo que «los ex-jefes de Aduanas deben ir presos». Aparte de Sánchez Baret, el otro «ex-jefe» lo era el señor Alexis Henríquez Núñez, cuñado de Sánchez Baret.

Pero donde falla Cocco es cuando dice, y citamos, «No hemos querido hacer un escándalo de esto para que no se vea como un ejercicio de retaliación, tan implementado por la pasada administración».

Yo, desde que oí la noticia, pensé que la demanda que le venía encima a Cocco iba a ser una histórica. Pero no, hasta el momento en que escribo esto, la cosa no ha pasado de un reto: que Cocco pruebe lo que ha dicho.

Y yo pienso que de seguir las cosas como van, «muchos serán los llamados y muy pocos los escogidos».

Porque decir que más de catorce mil millones de pesos fueron «saqueados» de las Aduanas del 2,000 al 2,004 es algo que merece más que un comentario. Es más, si Cocco no actúa de acuerdo a las leyes, podría verse como «cómplice por omisión». O sea, todo el que sabe que se ha cometido un hecho delictuoso y no actúa en consecuencia, se convierte «ipso facto» en «cómplice por omisión». Y hasta ahora, eso es lo que ha hecho Cocco: decir que se cometió un tremendo desfalco en Aduanas y que no lleva el caso adelante (o sea, a la justicia), para evitar que se hable de retaliación.

Yo, viendo como se ha estado manejando la justicia en los últimos siete meses y medio, y actuando como un simple espectador, sin prejuzgar y mucho menos juzgar, creo que

el asunto no pasará de ahí, porque Sánchez Baret y su cuñado son totalmente inocentes…¡ hasta que se les pruebe lo contrario !

Y si Cocco, para evitar que se hable de «retaliación» deja el caso en la «gaveta del olvido», perderá fundamentalmente credibilidad. No se puede hablar por hablar y poner en entredicho la honestidad de las personas. Y si habla porque sí puede hacerlo, entonces que lo pruebe y que quien quede mal sea la justicia.

Pero la denuncia es grave. Este país está prácticamente en la indigencia, con el erario lleno de telas de araña, con las deudas acogotándolo, mientras muchos ex-funcionarios aseguraron el porvenir de su familia por varias generaciones.

Así que a Miguel Cocco solo le quedan dos caminos: poner el asunto en manos del Procurador General de la República para que actúe en consecuencia, o pedir disculpas públicas a Sánchez Baret y a su cuñado. O enfrentar una demanda histórica.-

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