POR ALTAGRACIA ORTIZ
SAN PEDRO DE MACORIS.- Alfredo Javalera Ortiz, de 27 años, fue apaleado, violado, castrado y dejado por muerto en medio de un monte, donde permaneció sin ingerir alimentos ni beber agua durante 17 días hasta que fue encontrado por un grupo de niños que jugaban. Su caso ha llenado de consternación a médicos, enfermeras y trabajadores del hospital Doctor Antonio Musa, de esta ciudad.

El hecho ocurrió luego de que la víctima se negara a robar reses en la finca para la que trabajaba en la comunidad de La Tarana de San Pedro de Macorís.

“Todo sucedió porque me querían obligar a hacer lo mal hecho y yo nunca he robado ni hecho lo que está mal”, contó lloroso y evidentemente afectado y temeroso el paciente ingresado en la sala 325 del hospital Musa de San Pedro de Macorís.

En el acto estarían involucrados agentes policiales de Quisqueya, pero la víctima dice que no los puede identificar porque además de que le dieron un golpe contundente que le hizo perder el conocimiento, es un hombre que no habla sin pruebas.

Versiones recogidas en el hospital Musa, sin embargo, aseguran que al menos uno de los tres hombres que cometieron la acción es policía y que querían obligar a la víctima a robar el ganado de la finca que atendía.

Javalera había trabajado por tres años en la finca de Luis Vásquez, se retiró por razones de salud y en esta etapa llevaba tres días laborando en la finca, cerca de la cual ocurrió su tragedia.

“Pido justicia, yo lo que hago es matarme trabajando, ¿por qué me pasó esto a mí? Vivo matándome todo el día, ¿por qué tanta maldad”?, se preguntó, pero se rehusó a responsabilizar a personas en particular. Lo único que le interesa es que se haga justicia.

“Unos niños me encontraron y me dijeron vete que te van a matar”, narró la víctima, quien asegura que está vivo por Dios y que sólo El puede enfrentar la delincuencia.

El trabajador está casado con Mercedes Belén, una mujer que comparte sus desvelos y penurias y que pidió que sean llevados ante la justicia los responsables de castrar a su marido.

LOS HECHOS
El miércoles 16 de enero pasado Javalera fue al colmado a comprar un ajo y una pastilla para su dolor de estómago. No iba muy lejos de su rancho cuando tres hombres lo interceptaron y le golpearon en la cabeza, pero previo a eso le vociferaban desde el cañaveral que debía robar para ellos.

“Salí huyendo cuando vi el peligro, pero me dieron un golpe en la cabeza y perdí el sentido, me hicieron de todo y me dejaron por muerto en un barracón, de un monte”, narró lloroso y con voz entrecortada el joven trabajador. Todas esas comunidades corresponden al municipio de Quisqueya.

“Yo estaba picando yerbas y fui a comprar al colmado, todo fue luego de que crucé el río Casuí, no lo puedo creer, pues lo único que sé hacer en la vida es levantarme a las cuatro de la mañana para trabajar y sobrevivir”, sostuvo el jornalero.

El joven hombre fue arrastrado por los montes, golpeado, violado, sus testículos fueron “machacados” con una piedra y por su ano le introdujeron un palo que le desgarró su esfínter. Todavía el paciente sangra y expulsa coágulos cuando defeca.

Cuando los malhechores terminaron su acción amarraron al hombre y le colocaron un plástico en su cara y lo lanzaron al barracón, probablemente pensando que se trataba de una muerte segura.

Luego de la búsqueda activa de vecinos y amigos, el joven fue encontrado por unos niños que jugaban entre los montes. Fue recogido en franco estado de deshidratación y putrefacción. Lo llevaron al hospital de San José de Los Llanos, donde le dieron los primeros auxilios y luego fue trasladado al Musa, donde médicos y enfermeras no podían creer que sobreviviera y que pudiera acumular tantos gusanos en su cuerpo.

Actualmente ha perdido parte de sus testículos, los gusanos comieron parte de su órgano genital y su salud emocional está evidentemente afectada.

QUE SE INVESTIGUE
La esposa del joven mutilado en parte de sus órganos pide que se haga justicia, porque ellos nunca han hecho lo mal hecho, su única labor es trabajar  y tratar de sobrevivir.

“La vida de ese hombre corre peligro”, dijo un empleado del hospital, quien junto a enfermeras sostiene que dos hombres de los que cometieron el hecho han entrado a la sala en son de burla.

“Ellos han venido a burlarse de mí, recuerdo a uno de los que me dio golpes, él tiene los moños buenos, pero no puedo acusar a nadie”, dijo la víctima.

Javalera fue llevado al hospital Musa el dos de febrero de este año, pero desapareció el 16 de enero. Una vez en el centro, fue llevado a la sala de cirugía, donde fue aseado y limpiado por urólogos y cirujanos.

La denuncia se conoció originalmente por una llamada telefónica que hizo un familiar del paciente al programa 2×3 en TV, que se transmite por el canal 19, Cinevisión.

Las enfermeras que están al cuidado del paciente son Magalis Santana, Luzlanda Cuello, Betty Rodríguez y el doctor Ricardo Ovalle, urólogo.