Las alianzas partidarias no son nuevas, pero como hace más de 20 años que las elecciones presidenciales se celebraban separadas de las congresuales y municipales, se escuchan algunas personas por los medios diciendo cosas que dan a entender que existen aspectos que, o la Junta Central Electoral no lo había explicado bien, o están confundidos, puesto que de otra forma no se justifican esas afirmaciones.

Expreso esto, puesto que se escuchan a comunicadores como a algunos aspirantes a cargos municipales, que se supone deben tener conocimiento de un aspecto tan fundamental como el de las alianzas y la conformación de las boletas, diciendo cosas que hacen presumir que están desinformados. Y si algún comunicador no está claro al respecto, por lo menos los dirigentes y los propios aspirantes deben ponerse al tanto de la forma como deben hacer las cosas. Pero gracias a Dios que ayer la Junta Central Electoral hizo pública una resolución acerca de las Alianzas y Pactos, que podría evitar que algunos candidatos trabajen para estar cansados.

Me refiero a los problemas que confrontan los partidos en su carrera aliancista, sobre todo en las provincias, pero especialmente a los municipios, ya que, si dos o tres partidos van aliados y llevan en sus diferentes boletas al mismo Alcalde, tendrán que llevar los mismos candidatos a regidores en todas las boletas y en el mismo orden, porque si en alguna de las boletas existieran diferencias, podrían correr el riesgo de que la Junta los rechace desde la presentación.

De la misma forma en que narré que 50 años atrás hubo expertos que le sugirieron a Bosch que podía ir en dos boletas como candidato presidencial, pero con candidatos vicepresidenciales diferentes, todavía hay gente que entiende que pueden hacer alianzas en lo municipal, para llevar en sus boletas el mismo candidato a Alcalde pero con diferencias en el listado de los regidores, y eso podría crear, no solo una gran confusión, sino que no se sumen, o peor aún, que se anulen esos votos.

Lo mismo podría ocurrir, si no se advierte, con los candidatos a Diputados, pues aunque para su elección se aplica el sistema preferencial, si varios partidos van aliados, llevando el mismo candidato a Senador, pero con diferencias en los listados de los Diputados, la Junta no lo va a permitir. Y en caso de que se deslice un error, al realizar el conteo, podría ocurrir que no se sumen los votos de los coincidentes, si no hay consonancia total en los listados de candidatos, porque una cosa es el voto preferencial y otra cosa la “ley de lemas” que aquí no está establecida.

Esos dos aspectos deben ser advertidos por los partidos antes de arribar a sus complicados acuerdos aliancistas, puesto que si no se ajustan a los procedimientos dictados por el organismo regulador, podrían verse en situaciones difíciles que pongan en peligro cualquier acuerdo local, donde existen tantas pasiones, tantos aspirantes y tantas posibilidades de saltar de un lado a otro.