Lo hecho y lo que falta por hacer

Lo hecho y lo que falta por hacer

Los dominicanos hemos recorrido el 2013 con pasos de avance en temas puntuales, pero con la marcha forzada por una que otra piedrita en el zapato. La transparencia en la gestión pública ha sido, posiblemente, uno de los logros más notables para una sociedad a la que le han sustraído recursos de una cuantía tal que, afirma la Cámara de Cuentas, alcanzarían para construir otro país. Y asociada con esa sustracción está otro de nuestros fracasos, pues la transparencia no borra, necesariamente, la impunidad que ha apañado impúdicos manejos.

La atención dedicada a la pequeña y mediana empresa, a la producción agropecuaria y a la necesidad de agregar valor a los bienes del campo, ha sentado durante 2013 un precedente valioso, pero tenemos pendiente mucho trabajo para consolidar los avances en este sentido. La incertidumbre en materia de propiedad de la tierra sigue siendo un escollo para el pequeño productor, que no tiene acceso a crédito fuera del ámbito gubernamental.

En 2013 la inseguridad ha continuado como prueba no superada. Ha habido pocos avances en la guerra contra una delincuencia desafiante. Las causas de la inseguridad, como es la falta de oportunidades invocada recientemente por el nuncio apostólico, Jude Thaddeus Okolo, persisten como cáncer sin cura a la vista. Con sus altas y bajas, la alfabetización es un logro a contar.

UNA CURA SIMPLE Y RISIBLE

Los problemas del vertedero de Duquesa han colocado en mal talante la capacidad de las autoridades de varios municipios y, por supuesto, de quienes tienen la responsabilidad de manejar esto que erróneamente denominan relleno sanitario. Se creyó que al estar llenos de basura los municipios del Gran Santo Domingo, alguien tendría la virtud de adoptar medidas heroicas que permitieran conjurar este mal que amenaza seriamente la salud de miles de munícipes.

Se pensó en algún momento que en virtud de los riesgos sanitarios, los ministerios de Salud Pública y de Medio Ambiente y Recursos Naturales intervendrían el vertedero con todas las consecuencias previsibles. Pero no ha pasado nada de eso, y entre declaración y declaración, Medio Ambiente se destapa con una solución simplista y risible, al señalar que hace falta más equipos para Duquesa. ¿Y mientras llegan los equipos, qué hacemos con la basura?

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