A cualquier hora del día o de la noche, el ambiente es propicio para disfrutar de un buen pan, un rico capuchino, un postre, y además compartir entre amigos una amena conversación. Para ello se ha preparado la locación que aloja la panadería y repostería Frankfurt, que mezcla una decoración evidentemente europea con la calidad que caracterizan sus productos.
Un aroma exquisito, a puro pan recién hecho, se expande por todo el lugar y nos alerta sobre sus variedades y el servicio personalizado que caracterizan el establecimiento. Además del tradicional pan de agua, sobao y mantequilla, también ofrecen ricas especialidades, entre ellas: 6 cereales, negro, de hierbas, tipo baguette, campesino, de papa, dulce, de maíz, cruissant, bufé, integral, de trigo y el pan negro alemán, y por supuesto su gran especialidad, el Frankfurt, el cual contiene poca levadura, es bajo en grasa y sin sal.
Su ubicación, céntrica y comercial, le permite contar con un público que pueda almorzar dentro de un tiempo prudente, pero disfrutando de una comida especialmente sana.
Dentro del menú ofrecen una diversidad de ensaladas, entre ellas la griega, la de berenjenas y la capresa, todas con una exquisita presentación. Así también, los sándwiches, tortillas españolas, pizzitas, pastelitos, y ni hablar de los dulces: brazo de gitano, tres leches, flan, mil hojas, pie de ciruela, besitos y el shuldel de manzana.
En la actualidad ofrecen, además, servicio a domicilio y tienen planes de expandirse hacia otras sucursales. El horario es de lunes a sábado, de 7:00 de la mañana a 10:00 de la noche, y los domingos hasta las 4:00 de la tarde.
Desde la apertura del establecimiento, el 9 de septiembre de 2003, la calidad ha sido fundamental para sus propietarios Mariana Franco de Fernández y su hermano Juan Franco, quienes están convencidos de la importancia de ofrecer un producto fresco en el momento que el cliente lo requiera.
Frankfurt se encuentra ubicada en la avenida Lope de Vega esquina Max Henríquez Ureña.
[b]un ambiente acogedor[/b]
El color predominante en la decoración es el amarillo. Las cortinas a media ventana vuelven más acogedor los ambientes que componen el lugar. Está el área del bar y vitrina desde donde se puede apreciar las delicias gastronómicas, otra que dispone de un sofá amarillo donde se puede leer el periódico y el área donde se encuentran mesas con sillas para disfrutar de buena compañía.
Tanto las mesas como las sillas son de madera y metal, y sobre la mesa unas rosas amarillas de rafia completan el ambiente. Se hace imposible obviar el mural del fondo, que plasma un paisaje donde sobresale una mujer que lleva una canasta de pan sobre su cabeza.