Hoy 
Que el ingeniero Hipólito Mejía Domínguez continúe a la cabeza de la intención del voto, de la preferencia de los perredeístas no es nada extraño. De manera consistente su precandidatura avanza de uno a otro mes, salvo en diciembre pasado, cuando la gente malsana del Partido Revolucionario Dominicano y del gobierno, regó la voz de que Hipólito tenía un cáncer terminal y no llegaba con vida a la Convención Nacional programada para marzo de este año.
En diciembre, las encuestas arrojan, entre sus resultados, una baja en la intención del voto, fruto de la desinformación de quienes entienden que la mentira llegará tan lejos como ellos desean y no es así, el hablador y el cojo no llegan lejos sin ser descubiertos.
En las últimas semanas hemos asistido a un ejercicio de pirotecnia publicitaria que intenta avasallar, pero demuestra cómo la desesperación ha hecho presa de un precandidato a quien le han hecho creer que la intención de avasallar avasalla.
El pueblo es sabio, siempre lo ha demostrado. En cada estadio de la civilización los pueblos han sabido escoger lo que más le conviene, ello, independientemente de mentiras, ofertas y promesas demagógicas y golpes bajos.
A quien escupe para arriba lo menos que le puede ocurrir es que un grueso gargajo le haga perder la visión, temporalmente.
El pueblo canta un aire que dice: con dinero y sin dinero/hago siempre lo que quiero/ y mi palabra es la ley/no tengo trono ni reina/pero sigo siendo el rey
El elector siempre busca lo mejor.
El elector sabe lo que quiere, sabe dónde va.
Nadie sale de su casa a votar sin tener claro por qué candidato ejercerá el sufragio, a quién favorecerá con su elección.
Tengo un amigo a quien cuando le plantean una situación descabellada comenta rápidamente: pero ¿nos estamos volviendo locos?
El Partido Revolucionario Dominicano votó de manera clara y precisa, conforme a los resultados de la encuesta aplicada la semana pasado por el reputado profesional, analista y encuestador doctor Leonardo Aguilera.
Esa encuesta fue aplicada con electores del padrón del Partido Revolucionario Dominicano.
Lo más importantes es que esos demoledores resultados son fruto de la convicción de que Hipólito es más capaz de ganarle al candidato del Partido de la Liberación Dominicana; en unir al PRD después de la Convención; en la creación de empleos y en el combate contra la delincuencia.
El PRD votó por Hipólito porque es más honrado, más trabajador y está más cerca de la gente, de la gente de José Francisco Peña Gómez, por esas cualidades es el candidato preferido para el 6 de marzo venidero.
