POR YOANY CRUZ
Continuando con las actividades relativas a la celebración de su 50 aniversario, la gerencia del hotel Occidental El Embajador inició una jornada gastronómica de cocina española con la colaboración del prestigioso chef español Roberto Hierro, del restaurante La Taberna del Alabardero.
La actividad tiene como escenario el patio español del hotel, que ha sido ambientado con una decoración típica española y en su noche inaugural contó con la presencia de diplomáticos, empresarios, funcionarios gubernamentales y hoteleros.
A su llegada los invitados eran recibidos por dos atentos jóvenes que lucían elegantes uniformes que identifican a los empleados del restaurante La Taberna del Alabardero.
Al ofrecer los saludos de bienvenida, el subdirector general de Operaciones de la Cadena Occidental Hoteles, Ventura Serra, expresó que desde su fundación la cadena hotelera tiene bien claro que la gastronomía es parte fundamental de un hotel.
Este hotel, en medio siglo que tiene, ha trabajado día a día para satisfacer los gustos de sus clientes, hecho a través de un buen servicio y una exquisita gastronomía, manifestó.
Indicó que la jornada gastronómica representa un escenario para el intercambio cultural donde los visitantes puedan aprender y enseñar, así como conocer nuevos sabores.
En representación del restaurante La Taberna del Alabardero, habló el chef invitado, Roberto Hierro, quien dijo: Traemos a Santo Domingo la tradición de la gastronomía española representada en sus platos más típicos como: Merluza en salsa verde, Gazpacho, Tapas de jamón Ibérico, Pan amb tomaquet, entre otras delicias típicas de España.
Explicó que el restaurante nació en 1974 en Madrid, por iniciativa del sacerdote jesuita Luis Lezama, con inquietud de formar a la juventud y asesorado por un grupo de cocineros. Desde entonces, con la base de la gastronomía española se ha desarrollado una importante empresa restauradora que hoy en día tiene sucursales en Puerto Banus, Sevilla, Washington y Portugal.
Luego de sus palabras, monseñor José Francisco Arnaiz procedió a pedir al Todopoderoso la bendición para las personalidades invitadas y los alimentos a degustar.