Lo primero, y lo más importante, es evitar la exposición al sol durante las horas más peligrosas del día, que comprende entre las doce y las dos de la tarde, aunque ya se están ampliando las horas es decir, las horas más fuertes en las que no se debe de tomar el sol va desde las once de la mañana a las cinco de la tarde. Ya que en ese intervalo de tiempo, es cuando el sol es más perjudicial para nuestra salud.

Los rayos ultravioletas llegan a nuestra piel de forma perpendicular, y como consecuencia, con mayor intensidad. Por ello, las horas que menos dañan los rayos solares serían las que van desde las nueve de la mañana hasta las doce del mediodía, y desde las cinco de la tarde hasta que oscurezca.