Lo natural y metódico

Lo natural y metódico

Creo que gozo de algunos privilegios que me sitúan “más allá de la Era de la Información”. Como todos los ciudadanos de esta época dominada por las tecnologías de computación, yo también beneficio de las redes de “Internet”, de la televisión por cable, de los teléfonos móviles. Pero además, tengo amigos que me “enteran” de los últimos libros publicados en España o en los EUA; que me suministran copias de documentos antiguos de difícil acceso. Algunos me han tolerado durante cincuenta años, sin renunciar al “intercambio libre de datos culturales”. Uno de ellos, el doctor Luis Eduardo Escobal, merece especial mención.

Cada cierto tiempo Luis Eduardo aparece en la puerta de mi casa con algún libro fotocopiado o un documento acerca de nuestra historia colonial. Antes de llevarlo llama por teléfono para anunciar el tema o asunto. Su nutrida biblioteca y amplio conocimiento de nuestra historia, le convierten en un “sabueso cultural”. Va a parar siempre al dato preciso, a la información pertinente, sea para fines sociográficos, antropológicos o simplemente cronológicos. Hace unos días tuve el placer de leer la “Descripción de las fiestas públicas con que la ciudad de Santo Domingo celebró la solemne publicación, y jura de la constitución política de la Monarquía Española en los días 18 y 19 de julio de 1812”.

Junto a ese documento de la Audiencia de Santo Domingo, recibí un ensayo acerca de “La Primera Constitución Política de la República Dominicana”, escrito por Javier Malagón Barceló y Malaquias Gil Arantegui. En este escrito se examina el texto de la Constitución de San Cristóbal y se establece la influencia de la Constitución de Cádiz en nuestra primera carta substantiva. Al término de este valioso ensayo se reproduce el mensaje con que se remitió el proyecto constitucional al “Soberano Congreso Constituyente”.

Ayer me referí al primer documento; hoy mencionaré solamente un párrafo del mensaje de la comisión redactora a la Asamblea Constituyente de 1844. “Establecida la forma de gobierno y demarcado el territorio en que este ejerce su jurisdicción, parece natural y metódico fijar el estado político de cuantos actualmente habitan o en adelante vengan a fijarse en nuestro suelo, siendo éste uno de los puntos… [pesados] con mayor escrupulosidad”.

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