Lo peor de la crisis, es la misma crisis

Lo peor de la crisis, es la misma crisis

POR CARLOS FRANCISCO ELÍAS
No es un sofisma, porque no es abstracta, la sentimos en el alma de la historia y en los huesos, ha dejado huellas que las mejores ejecutorias de este gobierno, no harán olvidar y mucho menos borrar. Porque es una crisis, como toda crisis económica, que lacera más allá de lo que imaginamos y desestabiliza todos los aspectos previsible de una nación, que no navega en aguas tranquilas, pero no hay que olvidar lo que se ha vivido…

Para poder reconstruir, para intentar enrumbar, para tratar de inventar un mínimo de esperanza, no podemos dedicarnos los próximos 4 años, a lamentar, a vituperar, a injuriar.

Las energías dedicadas a la satanización de los otros, sería mejor usarla para escenarios más positivos o al menos, de mayor trascendencia para tomar el reto de inventarle un futuro a este país, dentro del marco de todas las precariedades que conocemos que existen.

Pero tampoco nos pongamos una venda en los ojos:

¿vamos a negar que lo que hemos vivido, incluyendo los aspectos calamitosos y todos los factores internacionales que se quieran agregar, no ha sido un desastre, es decir un 99% inversamente proporcional a lo bueno que el presidente saliente afirma ?…

Habría que desconocer la realidad actual de este país, no haber vivido aquí durante este cuatrenio o ser academicamente demagogo, para postular que lo peor de la crisis, no es la crisis misma, sino lo que viene…

El mito de la capacidad de endeudamiento promovida por funcionarios irresponsables, fue matizado por profesionales de la economía, cuyas agendas escondidas, todavía desconocemos, pero lo poco que se ha podido saber, más que piedra de escándalo, es una actitud de egoísmo y oportunismo, que no tiene  parangón.

Si algo nos hará bien en el futuro, será no festinar procesos judiciales y escándalos que no llevarán tranquilidad a la nación, si algo nos permitirá concentrarnos en lo que debemos, hacia delante, será no hacer una cantaleta, cual monserga, de todo lo malo que fue el pasado que se inicia el 16 de Agosto.

En consecuencia, combatir la impunidad, en este caso,es una aspiración legitima de justicia y tranquulidad que la población merece, a eso me refiero cuando señalo lo de festinar procesos que no irán hacia ninguna parte… Porque agregarían un ingrediente nuevo de frustración al panorama ya existente.

Entender con precisión y salud mental todo esto, nos ayudará.

La de arriba es una actitud pertinente, saludable.

Pero lo que no podemos, es olvidar todo lo que hemos visto, porque al cabo del tiempo, en un país donde la madurez democrática es inexistente, corremos el riesgo triste de repetir la misma experiencia, azarosa y miserable, capitaneada por adláteres y politicastros mediocres, sin visión, ungidos en la ignorancia profunda de sus deberes como líderes.

Aunque, a decir verdad: el país al quedar en andamios no sabemos si puede ser capaz de vivir aún, para intentar una experiencia negativa, como la que ahora abandonamos.

Lo peor de la Presente Crisis, es la misma crisis que debemos superar…

Si la arguentación simple es que » todo lo malo, algo bueno debe tener», entonces la tesis sería expuesta de este modo: Lo peor de la Crisis, es que hacia el futuro no haya continuidad de lo único bueno que tuvo todo lo malo, perdonando los roses maniqueos, que no son intencionales.

Ya no hay tiempo para culpar, todo el tiempo que viene debe ser para reinventar con buena fe, para reorganizar con buena fe, para buscar un pie de amigo y recostar el mapa de la media isla con sus millones de personas, en la búsqueda de un mínimo de estabilidad social y sosiego, para poder vivir: los jóvenes, la vida que quieren planear y los más viejo, el tiempo que les resta por vivir…

Pero esta visión, este enrumbe dependerá de la visión  que traigan los que van a gobernar, que son los mismos que con sus errores  del pasado, ayudaron también a vender  la otrora llamada Hipolitomanía, que de manía tenía más de ego distorsionado con larga manía también…

Lo más terrible de esta crisis y de quienes ayudaron a crearla ( viviendo la ficción risible de que entregarán un «gran» país el 16 de Agosto ) es que coloca a la nación Dominicana en un callejón  cuya salida solo nuestra inteligencia creadora será capaz de inventar.

Todo esto nos agarra en medio de grandes cambios internacionales, en medio de grandes luchas por el comercio mundial, donde nuestros esquemas  de inserción regional y la falta de preparación de nuestros diplomáticos, no compensan las urgentes necesidades de negociación y reubicación neta y clara de nuestros intereses como país pequeño: que no ha entendido su propia región, el Caribe, para hacer una política equilibrada.

Lo peor  de esta crisis, es que nos obliga a luchar hacia dentro y hacia fuera, en unas circunstancias en la que late la debilidad de lo poco de institucional que tenemos, eso es  lo peor de esta crisis.

Lo que más nos conviene, recogiendo los pellejos del alma (como ya dije en un articulo anterior), es inventar el futuro, a como de lugar, volver a crear la confianza en nuestra Comunidad como país, no olvidar lo que pronto será el pasado, pero tener en cuenta siempre: que lo peor de la crisis, sin trabalenguas que beneficien a políticos decadentes y ladrones, miserables y egoístas, es la misma  crisis y sus indiferentes autores.

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