El pasado día jueves 9, la Comisión Política del Partido Revolucionario Dominicano se reunió, al fin, y en cuestión de media hora  decidió lo que hacía falta para que culminara el Primer Congreso del Partido Revolucionario Dominicano: aprobar el Reglamento y fijar para los próximos días 9 y 10 de octubre las sesiones plenarias de dicho evento, que está llamado a actualizar su ideología política, reestructurar su organización y aprobar la plataforma programática del Partido, dentro de un espíritu de unidad y renovación, que al tiempo de reconocer los grandes aportes de éste a la democratización del país, trace el camino hacia la reconquista del poder y a producir los cambios que  requiere la Nación para enfrentar con éxito los retos del futuro.

Paralelamente, se fue creando un clima de distensión entre los sectores que rivalizan por el liderazgo y las candidatura presidencial en el Partido, las que fueron avanzando en un acuerdo que definiera la composición definitiva de la Comisión Política y la Comisión Organizadora que habrá de arbitrar la XXIX Convención Extraordinaria para elegir al candidato del PRD a la Presidencia de la República en las elecciones del año 2012.

La composición  final de la Comisión Política se logró mediante un acuerdo, y se avanzó significativamente para la Comisión Organizadora, aun cuando al parecer surgieron a última hora  nuevas posiciones que dificultaron que se completara la designación de la Comisión Organizadora de la  XXIX Convención.

En esa situación, lo que correspondía era salir adelante con lo que ya se había acordado y dejar que en el curso del Congreso, que está diseñado para unir y dar visión de futuro al Partido, se crearan las condiciones  para una Convención confiable que permitirá a triunfadores y vencidos luchar juntos por un gobierno del Partido para el pueblo.

Pero lamentablemente, algunos negociadores optaron por la táctica “todo o nada” en lugar de pensar en que  “lo primero es lo primero’’, que es Congreso, y dejaron el campo para los que se acogieron a una institucionalidad que beneficiaría a todos, ya que el Presidente del Partido no quiso tomar ventaja, como sugirieron algunos, para que se sirviera con la cuchara grande; de manera que  solo se aprobó lo del Congreso.

Todavía hay tiempo para restañar las heridas que no son profundas.

Aprovechemos todos el Congreso para rescatar lo que tenemos en común, comprendamos que nos necesitamos todos y atraer a tradicionales y nuevos simpatizantes y aliados, para salir   de nuevo unidos, con una ideología política renovada, con una organización poderosa, una plataforma de gobierno progresista, con la confianza en que los votos serán contados fielmente en la contienda cívica, que como un partido democrático elegirá al candidato presidencial del año 2012.