Lo que conviene saber sobre los sonajeros

Lo que conviene saber sobre los sonajeros

Durante este período de aprendizaje (del prenatal a los dos años), el bebé explora el mundo con sus manos y su boca. Los juguetes se convierten en algo más que un objeto, le ayuda a descubrir el mundo que le rodea.

¿Qué es un sonajero?

Los sonajeros están compuestos por una manilla y una bola con piedrecitas en su interior que producen ruido al agitarlo. Existen sonajeros de diversos tamaños, texturas, formas y materiales como aluminio, tela y madera.

Beneficios

En esta etapa de su crecimiento, resulta adecuado el uso de sonajeros, ya que le ayudarán a descubrir los sonidos, y aumentar su entretenimiento y relajación. Los sonajeros ayudan al pequeño en su crecimiento sensorial y afectivo, estimula su percepción táctil, habilidades manuales, vista, oído, y desarrolla el control del cuello y la cabeza.

El sonajero es uno de los juguetes que los bebés desde pequeños (1- 6 meses) pueden sostener con firmeza, explorarlo con la boca, chuparlo, y lo mejor de todo, sacudirlo y agitarlo llegando a producir un agradable sonido.

Consejos de compra según la Academia Española de Pediatría. Los sonajeros deben ser lo suficientemente grandes para que no puedan llegar a la garganta del bebé.

Evitar los sonajeros fabricados con plástico, ya que es un material delgado y quebradizo.

La forma y el tamaño de la manilla han de ser adecuados.

Compuestos por una sola pieza, puesto que las pequeñas partes se pueden tragar. Es decir, no deben tener bordes afilados o filosos o partes que se puedan romper.

La etiqueta debe mostrar que los materiales no son tóxicos.

El material no debe ser inflamable y si es de tela debe ser lavable.

En 1999, la CE prohibió la distribución de juguetes de PVC, entre ellos varios sonajeros, debido a que podían causar graves enfermedades en el hígado, testículos y riñones y llegar a producir cáncer. Los padres deben decidir, en última instancia, si los sonajeros para sus hijos son seguros, con ayuda del pediatra. Y controlar periódicamente los juguetes en busca de roturas y peligros para cambiarlos, repararlos y eliminarlos en caso necesario.

Fuente: www.mundogar.com

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