Prevenir
También conocido como colitis nerviosa, el colon irritable es un síndrome crónico con tendencia a las recaídas.
Se caracteriza por cambios en el ritmo intestinal (diarrea alternada con estreñimiento), acompañados de dolor abdominal.
Causas. Se trata de una dolencia de origen nervioso, ya que los pacientes no presentan ninguna alteración en el metabolismo intestinal ni infección que pueda justificarla. La sensibilidad digestiva se atribuye a factores psicológicos, y suele estar asociada con patologías como depresión, ansiedad, bulimia o fatiga crónica.
Síntomas. Dolor de vientre, que se alivia tras la defecación, distensión abdominal, gases, náuseas y ardor de estómago después de comer, mucosidad en las heces, entre otros.
Tratamiento. Una dieta rica en fibras, vegetales, frutas y agua es clave para combatir el colon irritable.
Además puede tratarse con laxantes y antidiarreicos, y en algunos casos, antidepresivos o ansiolíticos.
Consejos dietéticos. Se deben evitar los alimentos y bebidas que empeoren los síntomas, no realizar comidas copiosas y prescindir de las bebidas con gas y los alimentos flatulentos (col, legumbres, frutos secos y puerro). Se recomienda tomar salvado de trigo a diario y aumentar la ingesta de verduras y frutas.
Relax y vida sana. Es fundamental huir del estrés y la ansiedad utilizando técnicas de relajación. Para una mejora inmediata, lo mejor es no fumar y hacer un poco ejercicio.
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Tipología
Se pueden establecer hasta tres tipos básicos de colon irritable dependiendo de los síntomas:
1. Con predominio de episodios diarreicos.
2. Con predominio de episodio de estreñimiento.
3. Con episodios alternantes diarreicos-estreñimiento.
Patologías asociadas
El colon irritable se suele asociar con otra serie de patologías como son depresión, ansiedad, fibromialgia o fatiga crónica. Como recomendación médica común a estos males, los doctores señalan la necesidad de llevar una dieta sana y equilibrada, y tomar mucha agua.