Lo que debemos agregar a la Marcha Patriótica

Lo que  debemos agregar a la  Marcha Patriótica

Imagen de referencia.

Debemos admitir que, debido a nuestra reciente operación de la rodilla izquierda, solo asistimos a la congregación en el Parque Colón, ya que no era prudente tomar el riesgo de una caída si participábamos directamente en la marcha. Sin embargo, en las dos horas que estuvimos, pudimos comprobar, que la gran mayoría de los participantes eran personas de edad bastante madura, lo cual indica que la juventud no estuvo suficientemente motivada o lo que no somos intuimos que ya en las escuelas no se practica la dedicación y el respeto a los símbolos patrios ni a los héroes que hicieron posible nuestra independencia.

Faltó imaginación en los diferentes cartelones que blandían los manifestantes, los cuales iban dirigidos mayormente a las autoridades de Migración y a la construcción del muro, que aparentemente aislará la circulación de nacionales de ambos países evitando confrontaciones y lo más importante, el tráfico de animales que a veces eran situaciones fortuitas, pero la mayoría era un abigeato, pura y simplemente.

Es harto conocido que en nuestro país existen una serie de ONG que promueven el asentamiento de haitianos en lugares determinados, lo cual se convierte en ghetto en donde nuestras autoridades tienen miedo en penetrar. Tal es el caso del denominado Hoyo de Friusa en Bávaro. Ahí perviven miles de haitianos, la mayoría de ellos indocumentados y con nombres acomodaticios, ya que no poseen actas de nacimientos al no poseer la mayoría de las comunidades oficialías del Estado Civil.

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Una tarea imprescindible para el Instituto Duartiano es la identificación de las ONG que patrocinan y alientan a los migrantes ilegales, para que se instalen en nuestro territorio, violando todas las leyes de migración y asentándose en propiedades privadas, las cuales depredan como vándalos.

Ha llegado también la hora de que el Gobierno dominicano no se deje mangonear por instituciones internacionales partidarias de la globalización. El caso más patético es el de la Organización de Estados Americanos, en donde un ciudadano uruguayo atiza a los vecinos para que se instalen en nuestro país. Asimismo, la Unión Europea, por una dádiva que de vez en cuando otorga al país, preconiza el Estado Binacional, tal y como sucedió en la pasada Feria del Libro, dedicada a esa Organización.

Por la baja escolaridad y falta de costumbres domésticas, el ciudadano haitiano es repudiado en todos los estados americanos. Son miembros del CARICOM y sus miembros con mayor similitud a ellos los repatrian cuando incursionan en sus territorios. Casos de Las Bahamas, las Antillas Menores y los Estados continentales, tales como Brasil y últimamente Chile, que al no poderlos soportar, están fletando aviones para transportarlos gratuitamente desde Santiago hasta Port-au-Prince, después que firman un documento en el cual se comprometen a no volver a Chile en 9 años.

No es un secreto, que las potencias están también preocupadas por la invasión de los haitianos, que sin porvenir en su tierra que está saturada, por no tener un programa de nacimientos controlados y además desérticas al cortar prácticamente sus árboles para hacer carbón vegetal para el cocimiento de sus alimentos, o también, para fines de tallados artísticos.

Es necesario, en consecuencia, que la educación rural y la infantil en las urbes, vuelvan a practicar el enhestamiento de la bandera, los cantos patrios y algo que me recuerda mi temprana juventud: el huerto escolar.

Debido al desconocimiento de la disciplina y el comportamiento patrio, nuestras autoridades deben evaluar el establecimiento del Servicio Militar Obligatorio, en donde los jóvenes se especializarían en instrucción militar, necesaria si algún día será obligatorio hacer acto de presencia para defender la Patria.