Lo que debemos saber antes de decidirnos a tener una mascota en casa

Lo que debemos saber antes de decidirnos a tener una mascota en casa

Un animal es un ser vivo que no puede ser arrinconado en lo alto de un ropero, como juguete cuando algo no nos divierte. Por eso, antes de adquirirlo, hay que tener en cuenta algunos aspectos muy importantes.

El primero de ellos es que, por mucho que llore y patalee el niño, si lo padres no están convencidos, no deben comprar un animal. Seguro que la casa está llena de juguetes que deseó ardientemente y ya ni recuerda. Es mejor ponerse serio una vez y decir no, aunque sufra, que recriminarlo diariamente por los problemas que nos da su mascota. Si al final tenemos que desprendernos del animal, el pequeño sufrirá mucho más.

Los aspectos que los padres deben tener en cuenta son:

Si quiere un perro, no debemos darle un sustituto, como un canario o un hámster. No le hará caso y tendremos en casa algo que da trabajo y que al niño no le interesa. Y él seguirá soñando con su perro y sintiendo su deseo insatisfecho. Si no podemos comprarle el animal que pide, podemos darle alternativas, pero escuchando las suyas.

Aunque la mascota sea para el niño, el cuidado recae sobre los adultos. Es conveniente que, por pequeño que sea, el niño colabore en el cuidado del animal (puede cepillarlo o ponerle el plato de la comida), pero hasta los 12 ó 13 años no podrá responsabilizarse de él, e incluso entonces deberá ser un adulto quien lo lleve al veterinario y le dé las medicinas.

Antes de llevar una mascota a la casa debemos conocer todas sus características. Hay que saber ¿cuánto crecerá? De cachorros las diferencias son mínimas, pero un Chihuahua adulto sólo pesará 2 kilos, mientras que un dogo puede llegar a 80 kilos. ¿Qué cuidados diarios necesita? No es lo mismo sacar cada día tres veces al perro que limpiar la jaula de un hámster o cambiar la arena del gato. ¿Cuánto gasta?, ¿Cómo se comporta con los niños? Si es posible, lo mejor es hablar con un veterinario, con otras personas que tengan en casa un animal similar o comprar libros o videos que hablen de sus características.

Cada familia puede ocuparse de un tipo de animal. Por mucho que a todos les gusten los perros, a lo mejor las circunstancias familiares (pasan poco tiempo en casa, viajan mucho, viven en un apartamento pequeño) no les permiten tener uno. No hay que olvidar que una mascota debe ser un agradable compañero, no una pesada carga de la que nadie se quiere ocupar.

La familia tiene que estar mínimamente de acuerdo. Cualquier animal, pero sobre todo el perro y el gato, llegará a ser un miembro más de la familia y, si alguien siente miedo o un rechazo profundo hacia ellos, se pueden producir problemas de relación.

El niño debe entender que el animal no es un juguete. Antes de que se instale en casa, debemos explicarle que se trata de un ser vivo al que debemos respetar y que puede reaccionar mal si hacemos algo que él interprete como agresivo. Por ejemplo, no hay que molestarlo cuando está comiendo, y mucho menos quitarle el plato de comida; no ha de acariciar a un gato que tiene la espalda arqueada ni a un perro cuando gruñe o levanta el labio superior.

Si después de analizar estos factores, deciden tener una mascota, los padres se darán cuenta que un pequeño animal constituye una compañía muy grata para los niños, además de colaborar en su desarrollo afectivo, especialmente en esta época donde en las familias cada vez es menor el número de hijos.

Un animal doméstico, siempre y cuando las características de la vivienda permitan mantenerlo en condiciones adecuadas de confort e higiene, resulta una buena oportunidad para empezar a encargarle responsabilidades a los niños.

[b] IMPORTANTE[/b]

No es aconsejable tener perro o gato cuando el niño padece alguna alergia, principalmente si tiene asma o rinitis. En caso de que ya lo tengan, procure que los animales no se acerquen a los dormitorios, lo cual se hace difícil si se carece de un patio o jardín.

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