El cambio de los pañales tiene más que ver con el sentido común que con cualquier otra cosa. Su objetivo debe ser mantener a su bebé tan seco y cómodo como sea posible. Antes de comenzar, reúna todo lo que necesita a saber:
Un pañal limpio
Ungüento para la irritación producida por el pañal o vaselina.
Una toallita suave y una vasija pequeña con agua tibia o pañitos húmedos Recuerde… nunca deje a su bebé desatendido en la mesa de cambiarlo. Incluso los recién nacidos pueden girar y lastimarse.
En primer lugar, retire el pañal sucio. Si sólo está mojado, lo mejor es poner otro pañal de inmediato sin limpiar o pasar por la zona una toallita húmeda o una toallita tibia antes de poner el pañal, si está sobrecargado límpialo.
En lo posible no utilices polvo talco, ya que al aplicarlo liberas partículas que pueden provocar alergias a tu bebé; trata de usar un protector, cuya presentación sea en crema, o pon un poco de polvo talco en un recipiente y mezclarlo con crema humectante.