Lo que dicen  los indicadores

Lo que dicen  los indicadores

POR PHILIP COGGAN
¿Cuán confiados están los inversionistas en este mismo momento? No escasean los indicadores para ayudarnos. El índice State Street Investor Confidence cayó a su nivel más bajo este mes. Eso parece algo bastante serio, hasta que uno observa que el indicador empezó a funcionar solo en septiembre de 2003, no mucho tiempo después de la carrera sustantiva en las bolsas de valores.

El índice de State Street tiene el mérito de juzgar el estado de la confianza por las acciones de los inversionistas, no por sus palabras. La caída reciente se debe a las ventas de acciones corrientes por parte de inversionistas radicados en Estados Unidos. Puesto que las acciones son activos con riesgo, las ventas de acciones se consideran un signo de baja confianza.

Pero si uno mira el sondeo de la confianza de los inversionistas de Merril Lynch, descubre el sobrepeso más amplio de acciones por los asignadores de activos en la historia del sondeo (desde abril de 2001). Aún aquí, las señales no van solo en una dirección: las instituciones también han estado incrementando el peso de su efectivo.

El índice de riesgo de UBS observa los movimientos del mercado, más que las opiniones, para juzgar el sentimiento. Y ahora encuentra el sentimiento ampliamente neutral; los diferenciales del crédito están tensos y las reservas financieras están superando las utilidades (ambos signos positivos), pero la volatilidad del mercado de acciones está aumentando (una señal negativa).

Los índices de Yale School of Management Stock Market Confidence muestran que un 77% de las instituciones esperan que el mercado suba durante los próximos. Esto es más bajo que en 2002 y 2003, pero más alto que por primera vez en los seis años del estudio, de 1989 a 1995.

¿Qué sale a flote entonces de este cuadro más bien confuso? Pues, que no hay jugadas fáciles para ninguno de los contrarios; los inversionistas ni están abrumadoramente agresivos, ni pasivos. David Bowers, el estratega de Merril Lynch cree que los inversionistas empezaron el año en un tono muy agresivo, creyendo que la Reserva Federal de EEUU pronto dejaría de subir las tasas de interés, pero ahora comprenden que podría ser necesaria una pausa para tomar aliento después de una carrera tan fuerte.

Un punto más general es que los indicadores del riesgo ahora pueden estar distorsionados. Los rendimientos bajos reales de los bonos vinculados al índice pueden ser solo una señal de demanda de los fondos de pensiones, no de una euforia de inversión. Y el oro ya puede que no sea un puerto seguro, sino sencillamente una jugada momentánea en un mercado de materias  primas volátil.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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