He recibido llamadas y correos acerca de unas declaraciones que ofrecí con relación al pedido que se le hace al Presidente Danilo Medina para tome licencia durante la campaña proselitista en procura de la reelección presidencial, así como sobre la solicitud de debate que formula la oposición, porque como decía el querido amigo, desaparecido a destiempo Silvio Herasme Peña, que hay gente que oye pero no entiende, creo prudente expresar lo siguiente:
Habiendo sido invitado como expositor a un seminario internacional en el hotel Lina, dos jóvenes que se identificaron como productores de programas o periodistas, me hicieron varias preguntas sobre los temas indicados anteriormente.
No quería referirme a esos asuntos, pero al indicarme que en el programa del Dr. Julio Hazim se había hecho referencia a mi persona, les expresé que en cuanto a la licencia del presidente, como no está establecido en ninguna ley o reglamento, eso queda a decisión suya.
Agregué, que sería necesario para próximas elecciones, hacer las modificaciones pertinentes a fin de que pueda establecerse como un mandato, siempre que el presidente de turno busque la reelección, pues de otra forma no se demandaría licencia; especificando, además, que las licencias de los presidentes no han sido una costumbre en nuestro país, si tomamos como referencia los últimos presidentes vivos que buscaron la reelección, como Leonel Fernández en el 2008 e Hipólito Mejía en el 2004.
En cuanto a los debates de los candidatos presidenciales dije que, independientemente de que los considero convenientes, habría que crear conciencia para ello, pero que no veo de qué forma se pueda legislar como proponen algunos, para que se haga por ley o por reglamentación de la Junta Central Electoral, porque nadie puede obligar a un candidato a participar en un debate, sea por la reelección o no.
En el caso actual en que se demanda un debate, fundamentalmente entre el candidato del PRM y el Presidente de la República, les dije que probablemente se imponga el criterio externado recientemente por el estimado amigo Leonte Brea, quien manifestó que si Luis Abinader le consultara al respecto, le recomendaría que procurara el debate, pero que si quien lo consulta es Danilo Medina, le aconsejaría que no asista al mismo, partiendo del principio de que los políticos, nos guste o no, hacen lo que les conviene, a menos que sea una obligatoriedad.
Y en la práctica ocurre así, porque cada candidato o partido quiere que las cosas se produzcan como entiende que le conviene en momentos determinados. Ese es un derecho que le asiste a cada uno. A Luis Abinader reclamar el debate y a Danilo acudir o no a dicho debate.
Por eso la importancia de contar con leyes, reglamentos o normas que establezcan con claridad todos los aspectos, a fin de evitar que cada quien trate de acomodar las cosas a sus conveniencias. Para que ocurra como en la pelota, que iniciado el juego, las reglas no se pueden cambiar.