El ministro de Defensa, Rubén Paulino Sem, definió como triste el escenario que se vive en la lugar donde velan los restos del raso del Ejército de la República Dominicana Oriano Montero Encarnación, quien presuntamente murió a manos de un haitiano cuando realizaba sus labores en la zona fronteriza.

«Es una escena muy triste, como ustedes pueden ver; una familia muy humilde, donde este soldado era el sostén para ellos», expresó Paulino Sem al acudir junto al comandante general del Ejército al municipio de Hondo Valle, provincia Elías Piña, donde son expuestos los restos del soldado.

Indicó que Montero Encarnación, quien murió junto un ciudadano haitiano, fue ascendido de manera póstuma de raso a cabo, además de que se les entregó a los familiares de éste una medalla al mérito en el cumplimiento del deber, tras indicó que falleció defendiendo la soberanía nacional.

Ley fuerte. Mientras que al referirse al hecho, el senador por Elías Piña Adriano Sánchez Roa dijo que es necesario que la sociedad se una para aplicar una ley fuerte de Migración.

«Comenzando por nuestra iglesia, mi iglesia católica; comenzando con muchos sectores de la sociedad civil, todos tenemos que ponernos a una para aplicar una ley fuerte de Migración», enfatizó Sánchez Roa.

Escenas de dolor y llantos eran visibles en todo el lugar por la muerte de Montero Encarnación, quien fue definido por sus padres y el compañero de trabajo como trabajador y un guardia ejemplar.

«Yo hablé con mi hermano antes de pasar este caso y me dijo: hermana, aquí estoy trabajando, cuídense manita», expresó una hermana del fallecido.

«Un guardia serio, trabajador, me ha dado duro… somos compañeros, hicimos un buen trabajo siempre», dijo el compañero de patrulla.

Los informes preliminares sobre el incidente reseñan que el hecho ocurrió cuando el soldado, perteneciente al Cuerpo Especializados de Seguridad (CESFRONT), pidió junto a su compañero de patrulla motorizada, a un ciudadano haitiano que se detuviera cuando iba por un atajo conocido como «Callejon de la Droga», respondiendo éste con un disparo».