Los que desgraciadamente nacimos y nos hemos formado dentro del carnaval de la política dominicana, nada nos sorprende y siempre estamos atentos cuando los políticos se quitan sus caretas. Por eso el despreciable espectáculo a que fue sometido el reconocido periodista Guillermo Gómez y su familia, esperábamos que sucedería, pero su final definitivo ni siquiera lo imaginamos, porque estamos gobernados por un partido político de improvisados, verdaderos principiantes, pues, si existen sospechas, pudieron investigarse en otra forma, si es que los técnicos del gobierno solamente lo son de nombre.

Una cosa sí es evidente; por fin, se quitaron las caretas al usar los métodos de la Era de Trujillo y la sus típicos herederos. Pero para corregir ese desplante, tendrán que pagar su precio, porque ya nadie ignora que vivimos dentro de una dictadura que inicia los pasos hacia una tiranía. Ojalá no comiencen las desapariciones y las muertes extrañas. Todo puede suceder si el próximo 20 de mayo el pueblo deposita temeroso su voto por el PLD. Ahora bien, si lo hace de otra forma, comenzaremos una nueva vida, con esperanza, con seguridad y optimismo, aunque esto puede obtenerse mejor si un nuevo movimiento de íltima hora aglutina el descontento a su favor  y nos da la agradable sorpresa del cambio que siempre hemos anhelado, y esto, puede suceder si las fuerzas morales que existen en el país se deciden y dan el paso histórico que necesitamos para tener paz, progreso y desarrollo. ¿Se atreverán a dar el paso de los héroes que necesita la República? Esperemos los próximos días.

¡La suerte está a la vista!