Lo que hay que ser es mejor

Lo que hay que ser es mejor

Es antidemocrático señalar con el dedo a las personas que ocupen posiciones en la boleta electoral de un partido.

La voluntad de una o dos personas que secuestren una organización por agenciarse voluntades con fines ulteriores, aparenta pero no es la voz del partido.

Para que la selección de una persona sea válida:

-el  candidato debe tener un tiempo mínimo de militancia, de permanencia en la organización;

-debe haber hecho vida partidaria mediante la defensa de compañeros en los tribunales, atención médica, visita en tiempos de enfermedad o de cualquier otra índole,

-contribuir a solucionar problemas comunitarios,

-ser un miembro distinguido de la circunscripción por la cual es presentado,

-de lo contrario se trata de imponer un paracaidista para que participe en una competencia que ni es deportiva ni militar.

Un partido político es la zapata, de la democracia.

Sin democracia interna el partido enseña las uñas y demuestra que va hacia el totalitarismo.

El personalismo, el cesarismo, son formas que debieron dejarse en el pasado pero surgen y resurgen porque el hombre, como tal, es el mismo en todas las épocas.

La democracia es una práctica constante del cumplimiento de los deberes y el reclamo y fortalecimiento del estado de derecho.

El derecho en un partido lo establecen los estatutos pero nunca podrán estar por encima de la Constitución que establece como fundamental el derecho a elegir y a ser elegido.

Lo importante es la conducta de los miembros y dirigentes para que un partido actúe de manera democrática y respetuosa.

Lástima que el partido no presente una plataforma inteligente, viable, aplicable a cada jurisdicción, que concite el respaldo y la solidaridad de sus miembros y más allá: de la comunidad.

Un partido no debe ser una organización electoral que busca el poder para satisfacer apetencias personales de caudillos mayores o personajillos pertenecientes, como decía José María Vargas Vila, a la zoología política.

¿Qué otra cosa piensa usted de un camaleón que hoy figura en una posición en un partido y mañana salta hacia otra organización, con la velocidad de un gamo, la apetencia de un elefante y la rapacidad de un ave de rapiña?

Se soslayan las propuestas electorales, se intenta suplantarlas con ofertas, dinero y esperanzas de ocupar un puesto donde ejercer la corrupción.

Abramos los ojos para no caer en las garras de las fieras.

Andrés Eloy Blanco decía

“Lo que  hay que ser es mejor

Y no decir que se es bueno”

No hay que ser adivino, hablo del Partido Revolucionario Dominicano.

Es una nueva advertencia.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas