Los escándalos de la Junta Central Electoral del Dr Roberto Rosario no terminan. El recién designado Presidente de ese organismo, Dr. Julio César Castaños Guzmán, denunció la existencia de una deuda ascendente a RD$2,400,000.00 dejada por la gestión anterior, una bicoca, y proclama, con bombos y platillos, que el Honorable Señor Presidente de la República, Lic. Danilo Medina Sánchez prometió “que el gobierno pagará la deuda de la JCE” contraída, según su informante, con algunos suplidores debidamente identificados, otros no, para las elecciones generales del pasado 20 de mayo, desglosando las partidas consideradas como “inversiones de capital, y mucho gasto electoral” pero sin poder precisar “si hubo o no despilfarro durante la pasada administración.”
Lo citado, provoca, como es natural, suspicacia o, al menos, una duda razonable: ¿Fue ordenada o no por la flamante directiva, al iniciar su mandato, una auditoría externa amplia y minuciosa que debió despejar cualquier duda sobre la procedencia de la deuda existente y orientara a los mismos magistrados, al Superior Gobierno y al ciudadano contribuyente no menos parte interesada que al final carga con ese pesado fardo, e interesa saber: “Si hubo o no despilfarro.” Si hubo trasparencia, legitimidad y buen manejo de fondos en esas “inversiones de capital y gastos electorales” al margen de algún tipo de “irregularidad”, por no incluir sobreprecio, soborno, corrupción que requiriera una investigación sobre la contratación y empleo de esos cuantiosos recursos que sobrepasan la significativa suma de RD$2,400.000.00 (dos mil cuatrocientos millones) que no es una bicoca siendo la diferencia la suma solicitada por ese organismo electoral, RD$8,600.000.00 (ocho millones seiscientos mil pesos) y la asignada por el gobierno RD$6,800,000.00, (Seis mil ochocientos millones de pesos) donde queda explicada y justificada la deuda, según el experimentado Magistrado. Cero mata cero. Contabilidad de primaria. La cuadratura del círculo. ¡A gastar se ha dicho!
Se reconoce que la JCE goza de autonomía presupuestaria y financiera al extremo de que su antiguo titular le negó potestad a la Cámara de Cuentas para que auditara a ese súper poder que organiza y declara al ganador del torneo electoral, soberanamente. Imaginamos que tampoco sus funcionarios están obligados a presentar la Declaración Jurada de Bienes al entrar y al término de sus funciones, siendo consecuente con su “autonomía.”
El Dr. Castaños Guzmán, un capacitado profesional y funcionario que goza de buen prestigio que antes había desempañado ese elevado cargo con la eficiencia que el mismo, oportunamente, se reconoce, por si hay algún desmemoriado, sabe bien cómo se teje la madeja: “Hoy por mí, mañana por ti.” “ Las cuentas claras, el chocolate espeso.
Los caballos del PLD temprano han entrado en la gatera. Sus dirigentes reconocen que hay que desandar el mal camino recorrido; fortalecer la institucionalidad, el orden y la disciplina interna. Preservar el poder. Volver al puerto de origen. (Bosch). Sería un excelente regalo de Año Nuevo para una sociedad hastiada de esperar, mientras los demás partidos bostezan, perdidos en lontananza.