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La celebración de la XXV Feria Internacional del Libro Santo Domingo (FILSD 2023) ha convertido la Plaza de la Cultura en un foco de conocimiento, no solo como anfitrión del evento literario más relevante del país, sino a través de exhibiciones imperdibles que se presentan en los distintos pabellones; entre las que se destacan hoy sábado el coloquio “Diáspora, situación cultural dominicana y propuestas”, a las 4:00 p.m., en el Pabellón de Identidad y Ciudadanía, así como el “Recital: La filosofía del instante, lectura contínua de poemas brevísimos”, a las 7:00 p.m. en el Pabellón Azul de la Poesía.
En tanto, el domingo 3 de septiembre el Teatro Nacional se dispone a exhibir la obra “El principito”, a las 4:00 p.m., y a las 5:00 p.m., en el Pabellón de Animación a la Lectura se presentará el Coloquio “En defensa del libro y la lectura”, entre otras actividades.
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La FILSD 2023, bajo el lema “Para todo hay un libro”, que termina el próximo lunes, 4 de septiembre, está dedicada a la escritora Jeannette Miller, Premio Nacional de Literatura 2011, y cuenta con Israel como país invitado.
Entre las múltiples joyas que aguardan a los asistentes destacan espacios que verdaderamente son ineludibles, cada uno con su propio atractivo singular.
En ese sentido, el Pabellón de Israel ofrece una experiencia conmovedora que toca las fibras más profundas de la humanidad. Así, a través de una instalación dedicada al Holocausto, los visitantes son invitados a reflexionar sobre la historia y las consecuencias del antisemitismo en Alemania.
El recorrido cronológico muestra un retrato vívido y doloroso de los acontecimientos que llevaron al trágico destino de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Es un recordatorio solemne que subraya la importancia de aprender de los horrores del pasado.
Festín para los sentidos
¿Qué mejor manera de complementar la experiencia literaria que con una dosis de arte visual? La XXX Bienal Nacional de Artes Visuales se inauguró el 26 de agosto y se erige como una oportunidad para sumergirse en el mundo de la creatividad plástica dominicana.
En ese sentido, los cuatro pisos del Museo de Arte Moderno se engalanan con 146 obras, haciendo que pinturas, esculturas, fotografías, instalaciones y medios digitales se unan para formar un tapiz de expresiones visuales que invitan a la contemplación y la fascinación.
