Lo que no mata al mercado bursátil alcista lo fortalece

Lo que no mata al mercado bursátil alcista lo fortalece

Lu Wang

El Wall Street Journal se preguntaba el 9 de marzo de 2009 cuánto más podrían caer las acciones en tanto la crisis financiera eliminaba billones de dólares de las acciones estadounidenses en el mayor derrumbe desde la Gran Depresión.

Ese día se tocó fondo. El mercado alcista que celebró su séptimo aniversario ha restablecido US$14 billones al valor de las acciones y ha impulsado el Índice Standard Poor’s 500 casi un 200 por ciento.

Ahora los inversores están inmersos en la angustia y tienen poca fe en que el ascenso pueda continuar. Les preocupa la contracción de las ganancias de las empresas, la desaceleración del crecimiento chino y la incertidumbre respecto de las tasas de interés.

Es por eso que ponen manos a la obra y retiran dinero de las acciones a un ritmo casi sin precedentes. Tienen sus motivos: el S&P 500 ha subido apenas 0,5% en los últimos 18 meses.

A juzgar por la historia, sin embargo, ese mismo cinismo proporciona bases para que la corrida persista, por lo menos según los análisis de mercado tradicionales. Los mercados alcistas suelen concluir en medio de un optimismo excesivo.

“El pesimismo actual, el escepticismo, la renuencia a invertir en acciones en la medida que hemos observado en anteriores mercados alcistas ha sido una característica extraordinaria”, dijo en Bloomberg Radio Liz Ann Sonders, jefa de inversión de Charles Schwab Co.

Basta con considerar que todo ese dinero se va de las acciones. Los inversores retiraron casi US$140.000 millones de fondos de acciones y fondos que cotizan en bolsa en los últimos 12 meses, más del doble del pico de salidas experimentadas en todo período comparable durante la crisis financiera global.

Sin embargo, cuando se retira dinero las acciones tienden a subir después, según datos que se remontan a 1984. En las 12 instancias en que los fondos tuvieron salidas mensuales de por lo menos 2 desvíos del promedio histórico, el S&P 500 subió un promedio de 7,1% seis meses después, en comparación con un retorno normal de 3,9%.

También aumentó la cantidad de días con movimientos de 2% en cualquiera de las dos direcciones.

Hasta el horrendo comienzo de 2016 demostró que la inquietud puede terminar por favorecer a los alcistas. Las primeras seis semanas constituyeron el peor comienzo de año de la historia para las acciones de Estados Unidos.

Una vez que las cosas empiezan a recuperarse, sin embargo, los bajitas se ven obligados a comprar.

“Hay demasiado enfrentamiento entre alcistas y bajistas”, dijo Tom Mangan, vicepresidente de James Investment Research en Xenia.

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