Salvo el lugar, el día y los escasos invitados que acudieron, apenas han trascendido datos de la boda más esperada de Hollywood. Un día después de que su representante confirmarse la noticia a la agencia de noticias AP, comienzan a llegar, con cuenta gotas, algunos detalles del ‘sí, quiero’ entre Angelina Jolie y Brad Pitt.

Como muchos esperaban, no se han filtrado imágenes del gran día, de ahí que la expectativa sea aún mayor. Como en todas las bodas, el secreto mejor guardado fue el vestido de la novia, publicó el portal terra.com.

Una amiga que acudió a la ceremonia íntima celebrada en el Chateau Miraval, en la Provenza, ha desvelado a la web E! News que la actriz lució un diseño “muy tradicional, pero muy Angie”. “Era cómodo pero largo y estaba realizado con encaje antiguo y seda”.

Al igual que muchas novias, la actriz estadounidense también se puso velo. “Llevó velo y cuando Brad se lo retiró, se quedó sin aliento porque estaba espectacular”, añade la misma fuente. Lo que es una incógnita, de momento, es el nombre del diseñador del vestido.

Mientras algunos apuestan por Versace, una de sus firmas fetiche para las alfombras rojas que ha pisado en los últimos años, otros creen que el elegido podría haber sido la firma de alta costura inglesa Ralph&Russo, famosa por los espectaculares vestidos de novia que ha realizado para las royals británicas.

Angelina tuvo un recuerdo especial hacia su madre, la también intérprete Marcheline Bertrand. Por eso quiso llevar un relicario de oro con una foto de su progenitora, fallecida en 2007 a los 56 años tras luchar contra un cáncer durante siete años.

Gracias a la misma fuente también se ha sabido que sus seis hijos iban vestidos con trajes clásicos y de ceremonia. “Los chicos llevaban trajes de lino color crema a juego con el esmoquin de Brad, mientras que las chicas escogieron un vestido que encajara con sus estilos individuales y los hicieron especialmente para ellas”.

En cuanto a la ceremonia, un testigo explicó que tuvo lugar entre viñedos antes de la hora de comer y en ella “intercambiaron votos escritos a mano en los que decían lo mucho que se amaban el uno al otro y a su familia. Los dos tenían lágrimas en los ojos, una emoción que contagiaron al resto de invitados”.

Aunque una juez vino de California a hacer efectivo el casamiento, “la ceremonia fue corta pero llena de significado y fue una bonita manera de empezar su nueva vida ahora que la familia está construida”.

Tal y como ya había trascendido, en el sí quiero estuvieron presentes alrededor de 22 personas entre familiares y amigos. De la familia solo acudieron los padres de Pitt, Bill y Jane Pitt, y sus hermanos Doug y Julie.

El gran ausente fue el padre de la novia, Jon Voight, que ya ha hecho oficial un comunicado expresando la felicidad por la boda de su hija. Parece, además, que el veterano actor no solo no está enfadado por no haber sido invitado sino que esta misma semana va a viajar a Europa para pasar unos días con los recién casados y con sus seis nietos.

Tras el intercambio de anillos, tuvo lugar un banquete que se celebró en el salón del edificio principal. El menú estuvo elaborado a base de “jamones locales, quesos, lubinas recién pescadas, pastas italiana, champagne así como su vino, el rosado Chateau Miraval, la marca del vino de los novios.

Tampoco faltó el tradicional pastel de boda. Hubo tres tipos diferentes de tortas “todos elegidos por los más pequeños”. La veintena de invitados y los recién casados pudieron elegir endulzarse con una de fresa, otra de tres chocolates  y otra de nata y frambuesas.

Fue un día, según revela este invitado”, que la familia “recordará el resto de sus vidas”. “Fue muy hermoso, un día lleno de risas y mucho sentimiento”, ha añadido.

Lo que parece que tendrá que esperar es su luna de miel ya que la pareja ha puesto ya rumbo a Malta, donde volverán a rodar juntos, algo que no hacían desde Mr.&Mrs. Smith, curiosamente la película en la que se enamoraron hace ya casi diez años.